… sino que siguiendo la verdad en amor, crezcamos en todo en aquel que es la cabeza, esto es, Cristo, de quien todo el cuerpo, bien concertado y unido entre sí por todas las coyunturas que se ayudan mutuamente, según la actividad propia de cada miembro, recibe su crecimiento para ir edificándose en amor.
Efesios 4:15-16
Bajo el nuevo pacto no solemos ver profetas que viven solos en el desierto. El ministerio profético es una parte vital del gran cuerpo de Cristo. Los ministros proféticos son validados por su participación en y con la iglesia local, no por su separación. La iglesia se vuelve evangélica a través de sus evangelistas, cuidando a través de sus pastores, sirviendo a través de sus diáconos, y profética a través de sus profetas. Los ministros proféticos sirven dentro de la iglesia para ayudarla a cumplir su función, permitiéndole ser la voz profética en la tierra. Pero el hecho de que hayamos llamado y ordenado a evangelistas, pastores y diáconos, no significa que cada creyente no pueda compartir el evangelio, cuidar a otros y servir a la iglesia y al mundo. De la misma manera, la palabra profética puede manifestarse a través de cualquier creyente, no sólo de aquellos llamados por Dios como profetas.
ORACIÓN
Señor, Te doy gracias por permitirme ser parte de Tu cuerpo y tener compañerismo con la iglesia local donde Tú me has puesto. Muéstrame tu voluntad para mí en ese lugar.
Los ministros proféticos son validados por su participación en y con la iglesia local, no por su separación.