Por: Mark Rutland

1 Timoteo 4:8-9 RVR 1960

porque el ejercicio corporal para poco es provechoso, pero la piedad para todo aprovecha, pues tiene promesa de esta vida presente, y de la venidera.

Palabra fiel es esta, y digna de ser recibida por todos.

1 Timoteo 4:8-9 NTV

«El entrenamiento físico es bueno, pero entrenarse en la sumisión a Dios es mucho mejor, porque promete beneficios en esta vida y en la vida que viene». Esta declaración es digna de confianza, y todos deberían aceptarla.

Cada año, personas de todo el mundo compiten por el título del hombre más fuerte del mundo. Estas competiciones, que se celebran en lugares exóticos, incluyen pruebas en las que se colocan pesadas esferas de piedra sobre pilares, se levanta a un gran número de niños sobre la espalda y se tira de autobuses de dos pisos por una calle. La fuerza y la determinación de los concursantes son insuperables. Pero para que lleguen a los campeonatos del mundo, tienen que ser disciplinados en su forma de entrenar, en los alimentos que consumen y en la manera de recuperarse de las lesiones. Si se descuida alguno de estos tres aspectos, los resultados pueden ser desastrosos.

Aprende cuáles son tus talentos espirituales y empieza a utilizarlos.

Los cristianos no suelen ser conocidos por cargar pesos de 300 libras durante largas distancias, pero sus hazañas de fuerza son igualmente notables. Las personas se curan de enfermedades y dolencias, las familias se reúnen, y los individuos entregan sus vidas al Señor Dios para la eternidad. Para el líder, tiene que haber un régimen constante de entrenamiento espiritual. El apóstol Pablo entendió esto y se aseguró de que Timoteo recibiera el mensaje.

La rutina es bastante sencilla: Habla con Dios, el Señor del cielo y de la tierra, diariamente. Cuéntale tus necesidades y las de los demás, agradécele sus respuestas y hazle saber lo maravilloso que es. Conócelo mejor a él y a su hijo Jesús leyendo sobre ellos en la Biblia. Aprende cuáles son tus talentos espirituales y empieza a utilizarlos. Pasa tiempo con otros seguidores, animándoles y retándoles a parecerse más a Cristo. Cuando surjan oportunidades, háblales a los que no conocen a Jesús como Perdonador y Líder sobre él y su amor por ellos. Repítelo a diario.

Si se sigue correctamente, este régimen proporcionará toda una vida de desafíos y emociones. Es hora de tomarse en serio la fe. Es hora de volverse verdaderamente fuerte.

Es hora de volverse disciplinado.

Acerca de Toto Salcedo

Comunicador Radio-TV RR.SS Libro: Revolucion desde adentro Pastor EKKLESIA

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