Por: Cindy Trimm

Toda la Escritura es inspirada por Dios, y útil para enseñar, para redargüir, para corregir, para instruir en justicia.—2 Timoteo 3:16La principal manera en que Dios nos habla es a través de su Palabra, y nunca se aparta de las prácticas y políticas que ha establecido en las Escrituras. Por lo tanto, la meditación de las Escrituras es el sistema de «controles y contrapesos» de nuestras acciones. Somos gente del Espíritu y de la Palabra. No se trata tanto de que posean la misma autoridad: es más que esa sinergia entre ellos. Una persona que entiende su autoridad como está indicada en la Palabra y confirmada por el Espíritu Santo llega a ser más que la suma de las partes individuales. Es muy parecido a la diferencia entre el poder de la suma y el poder de la multiplicación. Los incrementos iniciales no son muy diferentes, pero a medida que avanzas, la curva comienza a dispararse casi directamente hacia arriba en lugar de que cada paso del camino tenga el mismo incremento que el paso anterior.Declaro que soy una persona de la Palabra y del Espíritu. Como no descuido ni su Palabra ni su Espíritu, mi pisada es firme y el poder de Dios está trabajando en y a través de mí. Gracias, Padre, por equiparme para destruir las obras del enemigo y adelantar la agenda de tu Reino. En el nombre de Jesús, amén. |