Cindy Trimm
“Esta es la confianza que tenemos al acercarnos a Dios: que si pedimos conforme a su voluntad, Él nos oye”
1 Juan 5:14
Una de las maneras en que pienso de la oración es como el acto de clamar al cielo por una cuerda salvavidas. Cuando sostenemos firmemente un extremo, manteniéndola tensa, Dios la puede usar para deslizar las respuestas a nuestras peticiones. Cuando Él lanza esa cuerda, nos aferramos a ella en oración, pero si la soltamos antes de que la respuesta se manifieste, nos desconectamos de la fuente de nuestra salvación. Debido a esto, también es importante dejar que lo que oras gobierne lo que sale de tu boca. ¿Alguna vez has orado algo en fe solo para escucharte a ti mismo después hablando de lo imposible que es aquello por lo cual estás creyendo? Esa es una señal de que la respuesta no ha sido descargada en tu espíritu y de que es hora de volver a orar por esa cuestión.
Oración.
Padre, yo determino hoy que no voy a dejar de orar hasta que contestes. No voy a hablar palabras de duda o incredulidad. Cuando el enemigo trate de desalentarme, le recordaré que por medio de ti todo lo que necesito está a mi disposición. Me mantendré firme en el conocimiento de que todas mis necesidades son suplidas conforme a tus riquezas en gloria. En el nombre de Jesús, amén.
Tomado del Libro Devocional Declara Bendición Sobre Tu Vida de Cindy Trimm