Existe una correlación entre la forma en que te sientes acerca de ti mismo y la forma que te sientes acerca de los demás. Si estás en paz contigo mismo – lo estarás con los demás. Lo inverso también es cierto. Si estás avergonzado o enojado, los demás lo van a saber. Lo trágico es que tendemos a desquitarnos con las personas que amamos, a menos que el ciclo se interrumpa.
Lo cual nos lleva a la pregunta, “¿Cómo puede una persona obtener alivio?” Lo que nos lleva a uno de los más amorosos versos en la Biblia. En Mateo 11:28 Jesús dice, “Ven a mí, todos los que están cansados y cargados, y yo les haré descansar.”
Sé honesto con Él. Admite que tienes secretos en el alma con los que nunca has tratado. Él está esperando que le pidas ayuda. Te alegrarás de hacerlo. Y los que te rodean también se alegrarán.