Por Alberto Salcedo
Cuando Jesús empezó a anunciar su muerte, muchas personas tuvieron temor, se escondieron y lo negaron porque no tenían al Espíritu Santo. Es una reacción natural cuando no tenemos el entendimiento de lo que Dios quiere hacer en nosotros en momentos de crisis. En estas situaciones se genera un grave problema ya que tratamos con nuestras fuerzas de suplir algo que Cristo ya hizo y nos cuesta ver que Dios realmente está trabajando a nuestro favor, aunque no lo veamos.
Jesús era un consolador que vivía físicamente en medio de los discípulos, pero no podía alcanzar a todo lo que iba a venir; ni los discípulos podían imaginarse que ellos iban a alcanzar el mundo conocido con la palabra de Dios. Entonces Jesús anunció que otro consolador llegaría y que no lo veríamos.
“Carácter de los hombres en los postreros días
también debes saber esto: que en los postreros días vendrán tiempos peligrosos.”
(2 Timoteo 3:1 RVR1960)
En estos últimos tiempos necesitaremos mucho más al Espíritu Santo. Hoy el planeta entero vive en peligro y lo ha vivido desde años. Las noticias cada vez son peores, hay mucha maldad en el mundo y lo que ahora se está viendo, es poco a comparación de lo que vendrá.
“Porque habrá hombres amadores de sí mismos, avaros, vanagloriosos, soberbios, blasfemos, desobedientes a los padres, ingratos, impíos, sin afecto natural, implacables, calumniadores, intemperantes, crueles, aborrecedores de lo bueno, traidores, impetuosos, infatuados, amadores de los deleites más que de Dios, que tendrán apariencia de piedad, pero negarán la eficacia de ella; a éstos evita.”
(2 Timoteo 3:2-5 RVR1960)
Está parte de la biblia nos ilustra como será el destino y nosotros no debemos caminar en relaciones que no nos edifiquen, sino vivir como Jesús lo haría. Ir detrás de los perdidos, discipular y amar al prójimo, esas son las verdaderas muestras de que sigues a Cristo. En cambio, ahora la gente busca la satisfacción y los logros personales, pero no muchos dan su vida por otros.
Ese es el panorama que estamos entrando y es más la tecnología está lista para que la bestia tome el control, va a haber un momento en que, si no te sometes al Anticristo, la Bestia y el falso profeta, no vas a poder ni comer ni comprar ni vender.
“Este mensaje se mantuvo en secreto durante siglos y generaciones, pero ahora se dio a conocer al pueblo de Dios. Pues él quería que su pueblo supiera que las riquezas y la gloria de Cristo también son para ustedes, los gentiles. Y el secreto es: Cristo vive en ustedes. Eso les da la seguridad de que participarán de su gloria.”
(Colosenses 1:26-27 NTV)
A pesar de que los últimos días sean duros y vivamos cosas que jamás pensamos que pasarían, Dios nos da la seguridad de que participaremos de su gloria. Las riquezas de Dios no son solo para el pueblo de Israel, sino para todos nosotros simplemente al reconocer a Cristo como tu Señor y Salvador.
El secreto es Cristo, que vive en nosotros, es quien nos da la seguridad de que estaremos con él. Pero en medio de esto, nuestra relación debe ser genuina y no una invención de cosas religiosas que para nada tienen que ver con la realidad de un Cristo Vivo.
El Espíritu Santo te llena de paz para predicar el evangelio, para hacer que en el nombre de Jesús que los demonios huyan, que los milagros sucedan y que seas llamado hijo o hija de Dios.
En el inició, el Espíritu Santo lleno a 120 personas, que fueron suficientes para cambiar el mundo con la palabra de Dios, y nosotros somos fruto de eso. El Espíritu Santo se movía de manera poderosa y lo sigue haciendo hasta el día de hoy.
A gritos, el mundo necesita la luz de Dios, no una religión, sino creer en él. No importando donde estés, tú tienes a Dios dentro de ti, no estás solo. En su plan perfecto dijo: Me multiplicaré y habrá cristos pequeños llenando toda la tierra y tú eres uno de esos Cristos pequeños, tú tienes en tu espíritu a Dios mismo. Él dijo que a estar con nosotros todos los días hasta el fin de los tiempos, Dios no está en un santuario nuestro o en una ciudad, sino que está dentro de ti. Eres portador de bendición para llevar su palabra a tiempo y fuera de tiempo en tiempos de paz y en tiempos de guerra, en tiempos de crisis y el tiempo de apacibilidad.
“Y cuando él venga, convencerá al mundo de pecado, de justicia y de juicio.
De pecado, por cuanto no creen en mí; de justicia, por cuanto voy al Padre, y no me veréis más; y de juicio, por cuanto el príncipe de este mundo ha sido ya juzgado.
Aún tengo muchas cosas que deciros, pero ahora no las podéis sobrellevar.
Pero cuando venga el Espíritu de verdad, él os guiará a toda la verdad; porque no hablará por su propia cuenta, sino que hablará todo lo que oyere, y os hará saber las cosas que habrán de venir.
El me glorificará; porque tomará de lo mío, y os lo hará saber.
Todo lo que tiene el Padre es mío; por eso dije que tomará de lo mío, y os lo hará saber.”
(Juan 16:8-15 RVR1960)
La palabra dice que cuando Él venga convencerá al mundo de pecado, de justicia y de juicio. Él es quien convence, es el Espíritu Santo a través de ti. El príncipe de este mundo ha sido ya juzgado, fue avergonzado porque creyó que él había ganado, pero tenemos un Dios tan impresionante cuyos planes siempre son perfectos.
En estos días, es vital que tu relación con Dios se fortalezca. Él está ahí para escucharte y para consolarte y hacer las cosas que dijo que haría a través de ti.
Te bendigo y sé que este nuevo año será una nueva oportunidad para conocer más a Dios y para compartir de su palabra al mundo.