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¿Quién comenzaría la construcción de un edificio sin calcular primero el costo para ver si hay suficiente dinero para terminarlo? De lo contrario, usted podría completar sólo la fundación antes de quedarse sin dinero, y entonces todo el mundo se reiría de usted.

Lucas 14:28-29

Uno de los sitios más reconocibles de Washington, D.C., es el Monumento a Washington. Este obelisco de 555 pies de altura en el centro de la ciudad ofrece una vista espectacular de la ciudad y sus alrededores. También tiene una historia bastante fascinante en cuanto a su construcción.

Las obras del monumento comenzaron en 1848, pero seis años más tarde, los miembros del Partido Saber-Nada (apodo del Partido Americano) detuvieron el flujo de fondos, dejando un antiestético tocón en el centro de la ciudad. Pasarían 25 años antes de que se reanudara la construcción. Los visitantes pueden tomar nota de esto mirando el color del mármol utilizado en el edificio. Para el primer tercio del monumento se utiliza una tonalidad más clara, mientras que la sección restante es más oscura.

Estoy agradecido de que se haya terminado el Monumento a Washington. No se vería muy bien sin terminar! Y tampoco lo harán nuestras vidas cristianas si no consideramos el costo de seguir a Cristo.

Con una gran multitud siguiéndolo, Jesús contó una historia que ilustraba lo costosa que es la fe. Nadie construiría una torre o iría a la guerra sin antes considerar si el esfuerzo sería exitoso. Si el constructor decidiera sumergirse en estas actividades con imprudente abandono, los resultados serían desastrosos. La fe no sólo se reserva para los servicios religiosos, sino que también participa en todas las decisiones que tomamos en el trabajo, en el hogar y en la escuela. Afecta nuestras opciones de entretenimiento, nuestros comentarios a otras personas, y cómo pasamos nuestro tiempo libre. Revela cuáles son nuestras verdaderas creencias acerca de Dios.

El costo de ser un seguidor de Cristo es inmenso. De hecho, a juzgar por la parábola del tesoro escondido en el campo (Mat. 13, 44), el costo es total. Pero al final da grandes dividendos. Y estaremos terminados!, en lugar de incompletos.

Vía: Revista Ministry Today

Acerca de Toto Salcedo

Comunicador Radio-TV RR.SS Libro: Revolucion desde adentro Pastor EKKLESIA

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