Escucha este pasaje poderoso de la carta de Pablo a los Gálatas. “Porque todos los que habéis sido bautizados en Cristo, de Cristo estáis revestidos.” (Gálatas 3:27). Hemos sido “Revestidos” de Cristo. Cuando Dios nos mira, no nos ve; Él ve a Cristo. Nosotros estamos vestidos con Él. Escondidos en Él; cubiertos por Él.
¿Presuntuoso, dices? ¿Sacrílego? Sería si fuera mi idea. Pero no lo es, es la Suya. Somos presuntuosos no cuando nos maravillamos en Su gracia, sino cuando la rechazamos. Y somos sacrílegos no cuando reclamamos Su perdón, sino cuando permitimos que los pecados inquietantes de ayer nos convenzan que Dios perdona pero no olvida.
Hazte un favor. Toma los clavos romanos del Calvario y utilízalos en la puerta. Cree en su amoroso olvido, en Su increíble memoria llena de gracia.
Vía: Max Lucado