Robert Barriger
Liderar es inspirar. Es más que trazar caminos o apuntar direcciones, el liderazgo verdadero inspira. ¿Quiénes son las personas que le inspiran a usted? Nos inspira aquel con quien nos podemos identificar, alguien que es humano y cuyo ejemplo nos anima a decir: «Yo también puedo hacer eso». Para el liderazgo tenemos que crear una forma de inspirar a las personas, no hacer una copia lite- ral de nosotros mismos, sino encontrar una forma de decir: «Mira, así es como lo hago, tú también puedes hacerlo, pero a tu manera». El liderazgo ayuda a que la gente capte el mensaje y sea inspirada por lo que usted hace.
Inspirar no es solo motivar, porque la motivación viene de afuera hacia adentro; en cambio, la inspiración va de adentro hacia afuera. Yo puedo motivar a alguien, pero es externo, es como decir «¡vamos, tú puedes!». Pero la inspiración es cuando alguien cambia debido a mi vida o mi mensaje. Hay que cambiar nuestra forma de pensar, encontremos una solución para un problema a la vez, y así seremos líderes que inspiran, no dejemos de iterar, de cambiar y renovar.
En Salmos 137:1–5 encontramos lo siguiente:
Junto a los ríos de Babilonia nos sentábamos y llorábamos al acordarnos de Sión. En los álamos que había en la ciudad colgábamos nuestras arpas. Allí, los que nos tenían cautivos nos pedían que entonáramos canciones; nuestros opresores nos pedían estar alegres; nos decían: «¡Cántennos un cántico de Sión!». ¿Cómo cantar las canciones del SEÑOR en una tierra extraña? Ah, Jerusalén, Jerusalén, si llegara yo a olvidarte, ¡que la mano derecha se me seque! (NVI)
Este pasaje habla de lo que sucede cuando el liderazgo es malo y el pueblo está cautivo. En estos versículos Israel fue llevado cautivo a Babilonia. En el Antiguo Testamento podemos observar siempre este patrón: cuando hubo un buen rey (buen liderazgo), el pueblo fue prosperado, bendecido; pero cuando hubo un mal rey (mal liderazgo), el pueblo fue castigado. Si usted es pastor o líder de una iglesia, su trabajo es sumamente importante porque hay un principio: como va el pastor, así van las ovejas.
Todos saben este principio (ley del tope): el pueblo no puede avanzar más allá de su líder. ¿Qué es lo que sucede cuando el liderazgo va mal? En Salmos 137 encontramos esta lección, cuando Israel fue cautivo por el mal liderazgo, el pueblo seguía a líderes que lo llevaban hacia otros dioses. El salmista habla de un pueblo que lloraba, que no podía cantar, que no podía soñar por causa de la cautividad. Entonces, pensemos un momento en estas preguntas basadas en dicho salmo:
1. ¿Qué es lo que a usted le hace llorar?
2. ¿Qué es lo que a usted le hace cantar?
3. ¿Qué es lo que a usted le hace soñar?
¿Qué le hace llorar? Hay muchas cosas que a mí me hacen llorar: ver hijos en una casa sin padres; ver niñas maltratadas, ultrajadas u obligadas a prostituirse; la injusticia; la pobreza. Esas cosas me hacen llorar. Al salmista David le hizo llorar que su pueblo estuviera cautivo. A Moisés le hizo llorar ver a su pueblo maltratado. Un día, Dios se le presentó en la zarza ardiente y le dijo a Moisés: «He oído el clamor de mi pueblo y he visto su sufrimiento» (Éxodo 3:7, paráfrasis). En otras palabras, lo que hizo llorar a Moisés, también hizo llorar a Dios.
¿Qué es lo que le hace llorar? Si a mí algo me hace llorar, ¿cuánto más le duele el corazón a Dios al ver personas maltratadas? Si a mí me duele ver hijos sin padres en las calles, ¿cuánto más le duele el corazón a Dios? La Biblia dice que Dios es justo y Él ama a los que hacen justicia. ¿Qué quiere decir la palabra justicia? Si la injusticia es un mal, justicia es corregir ese mal. Pongo un ejemplo: en Lima tenemos un Hogar de Niños, donde albergamos pequeños que han quedado huérfanos o han sido abandonados. Algunos de los niños han tenido una vida muy dura, y han visto cosas que ningún niño debe ver. Hay una niña, por ejemplo, que al morir sus padres, quedó bajo el cuidado de alguien en una casita en un pueblo pobre. Sin embargo, la persona que era «responsable» de ella la tenía encadenada a un mueble dentro de la casa. El mismo pueblo nos señalaba dónde estaba la niña y nos suplicaba: «Ayúdenla, por favor». Cuando la encontramos, la niña de ocho años estaba semidesnuda viviendo sobre la suciedad en el piso; ella había visto cosas que ninguna niña de ocho años debe ver. Era una gran injusticia, y aunque no podemos cambiar su pasado tan doloroso, sí pudimos cambiar su futuro; le dimos un hogar con mucho amor y la oportunidad de estudiar. La justicia es cuando ves un mal y haces algo al respecto para convertir este mal en un bien.
Hemos visto muchos casos en el Hogar de Niños, infantes que han visto a sus padres morir, inocentes que han sido abusados; el mundo está herido, lleno de injusticias: pobreza, ambición, hombres malos, etc.
Dios ama a los que hacen justicia, los que ven algo malo y hacen algo bueno al respecto, los que aman la justicia. No puedo cambiar el mundo, pero puedo cambiar la vida de uno. Eso es justicia.
¿Qué es lo que le hace cantar? Lo que a mí me hace cantar es ver vidas cambiadas, ver matrimonios restaurados, ver a Dios tomar la vida de alguien que el diablo quería destruir y cambiarla para un futuro diferente. No podemos cambiar el pasado de la gente, pero podemos cambiar su futuro. No tengo que cambiar a todo el mundo, pero sí puedo empezar con uno, y luego puedo seguir con uno más. ¿Tiene por qué cantar? ¿Hay algo que en su vida le haga cantar? ¿Qué es lo que llena su corazón? En el pasaje de Salmos, los opresores decían a los de Israel que les cantaran los cánticos de Sión, y ellos decían que solo podían hacerlo cuando estuvieran libres en su templo otra vez. A mí me hace cantar ver la iglesia flore- cer, y ver a Dios cambiando vidas. Tenemos muchas razones para cantar.
¿Qué es lo que le hace soñar? ¿Tiene un sueño? ¿Puede soñar con su futuro? Su visión es su futuro; si usted tiene una buena visión, tendrá un buen futuro. Si tiene una mala visión, tendrá un mal futuro, y si no tiene una visión, simplemente no tendrá futuro. La Biblia nos muestra que los que no tienen futuro siempre vuelven a su pasado. Hay mucha gente que vive en el pasado porque ya no tiene visión del futuro. A menudo, oímos que algunas personas dicen: «¡Ay, la iglesia fue mejor ayer!». Siempre recordamos los llamados «tiempos dorados» del pasado… Pero, una buena visión tiene un buen futuro. Les doy un ejemplo. Cuando los discípulos estaban con Jesús veían su futuro y estaban contentos; cuando estaban con Jesús, la gente fue sanada, multitudes fueron alimentadas, veían en Él un buen futuro; hasta que lo vieron morir. Cuando Cristo murió, su visión del futuro murió también con Él, y los discípulos se dijeron unos a otros: «Vamos a pescar…». ¿Qué eran antes de conocer a Cristo? Pescadores, y al perder la visión de su futuro, volvieron al pasado.
Lo mismo sucede en nuestras vidas; por ejemplo, cuando los jóvenes quieren casarse, vienen donde el pastor muy enamorados, con un futuro y la visión de una familia. Como están enamorados, se casan, pero con el tiempo pueden perder el encanto y la visión de su futuro, y cuando las parejas pierden su visión de futuro, quieren volver a su pasado, es decir, ser solteros. Lo mismo sucede con los cristianos. ¿Qué hace la gente cuando camina con Cristo? Nace de nuevo, tiene una nueva visión, piensa seguir a Cristo toda su vida; pero luego vienen las pruebas y las tentaciones, y algunos se des- animan, comienzan a pensar que estaban mejor antes de ser cristianos. El que no tiene visión del futuro siempre vuelve a su pasado.
Yo creo que los mejores días de la iglesia están por venir. Los mejores mensajes aún no han sido predicados, los mejores libros aún no han sido escritos y las mejores iglesias aún no han sido construidas, y yo quiero estar allí para verlo. ¿Qué es lo que te hace llorar? ¿Qué es lo que te hace cantar? ¿Qué es lo que te hace soñar? El pueblo de Israel no podía soñar porque estaba cautivo, y cuando uno está cautivo en el pecado ya no puede soñar. Cuando hay buenos líderes, la iglesia avanza. Jesús dijo: «La mies es mucha, mas los obreros pocos» (Mateo 9:37). Oremos para que Dios envíe más obreros. Más líderes.
Vía: Lider Visión