Max Lucado
Cuando un alfarero cuece una olla, comprueba su solidez sacándola del horno, y golpeándola. Si “canta,” está lista. Si “suena sordo,” vuelve al horno.
El carácter de una persona, también es comprobado con golpes. Los golpes son aquellos inconvenientes irritantes que desencadenan lo peor en nosotros. Nos pillan desprevenidos. No son lo suficientemente grandes para ser crisis, pero tienes suficiente con ellos, ¡cuidado!
¿Canto? ¿Sueno sordo? Jesús dijo que “de la naturaleza del corazón, habla el hombre” (Lucas 6:45). No hay nada como un buen golpe para revelar la verdadera naturaleza de un corazón. Si tienes la tendencia a sonar sordamente más que cantar, sé fuerte. Recuerda, ningún golpe es desastroso. Todas las cosas obran par bien si amamos y obedecemos a Dios.
Vía: Charisma Media