Abba, Padre, todo es posible para ti. No me hagas beber este trago amargo, pero no sea lo que yo quiero, sino lo que quieres tú.
—Marcos 14:36
Cuando nos sometemos a la autoridad del Padre y crecemos bajo ella, Él nos conduce por medio de la virtud en vez de exigir obediencia como un dictador que amenaza con el castigo. Él no es un ídolo inactivo; es un Padre viviente, vital, con quien nos ponemos en contacto cada día y a quien tenemos acceso en cada momento. Como un Papá amoroso, Él anhela darnos los deseos de nuestro corazón, pero nunca nos dará algo que sabe que nos hará daño.
ORACIÓN
Mi Padre y mi Dios, me someto hoy a tu autoridad y declaro que mi espíritu crecerá y se volverá fructífero mientras me guías por la virtud de tu carácter intachable. Me someto a tu sabiduría ya que tú me das los deseos de mi corazón. Alineo mi corazón con tu corazón y mi voluntad con tu voluntad. Que tus bendiciones sobreabunden en mí y que la tierra que me des sea agradable, como has decretado. En el nombre de Jesús yo declaro que esto es así.
Tomado del devocioanl de Cindy Trimm