… Voz de Jehová sobre las aguas; Truena el Dios de gloria, Jehová sobre las muchas aguas. Voz de Jehová con potencia; Voz de Jehová con gloria. Voz de Jehová que quebranta los cedros; Quebrantó Jehová los cedros del Líbano. … Voz de Jehová que desgaja las encinas, Y desnuda los bosques; En su templo todo proclama su gloria.
Salmos 29:3-5,9
La música es algo celestial en su esencia, una parte de la creación que refleja y procede del mismo corazón y personalidad de Dios mismo. Esto hace que la música sea profética por naturaleza. Nuestro Padre ama la música. Él es un Dios que canta (Sof. 3:17). Tiene una voz poderosa y majestuosa (Salmo 29). Jesús el Hijo compuso el canto de todos los cantos que serán eternamente frescos: el «canto del Cordero» (Apocalipsis 15:3-4). El Espíritu Santo inspira canciones y melodías. Hay un libro entero de ellos en la Biblia: el Libro de los Salmos. La música siempre ha proporcionado un medio de comunión y conexión entre Dios y sus criaturas de arriba y de abajo. Los cristianos llenos del Espíritu deben ocuparse de cantar salmos, himnos y canciones espirituales, cantando y haciendo melodías en sus corazones al Señor (Ef. 5:19). La música tiene el poder intrínseco de mover los afectos internos y las acciones externas de las personas.
ORACIÓN
Inspírame, Espíritu Santo, para que te cante salmos, himnos y cantos espirituales, permitiendo que mi vida sea una melodiosa sinfonía de alabanza a Tu bondad hacia mí.
El Espíritu Santo inspira canciones y melodías.