Me dijo otra vez Jehová: Ve, ama a una mujer amada de su compañero, aunque adúltera, como el amor de Jehová para con los hijos de Israel, los cuales miran a dioses ajenos, y aman tortas de pasas. La compré entonces para mí por quince siclos de plata y un homer y medio de cebada. Y le dije: Tú serás mía durante muchos días; no fornicarás, ni tomarás otro varón; lo mismo haré yo contigo. Porque muchos días estarán los hijos de Israel sin rey, sin príncipe, sin sacrificio, sin estatua, sin efod y sin terafines. Después volverán los hijos de Israel, y buscarán a Jehová su Dios, y a David su rey; y temerán a Jehová y a su bondad en el fin de los días.
Oseas 3:1-5
Dios a menudo hará que las vidas de sus vasos proféticos sean ilustraciones proféticas de los mensajes que están llamados a proclamar. A veces Dios trata con Sus siervos de una manera que es difícil de entender para nosotros. Esa es una de las cargas del llamado profético. Cuando las vidas de las personas son usadas para ilustrar el punto de vista de Dios, estos portadores de mensajes sienten el corazón de Dios en el asunto. El profeta Oseas es uno de los mejores ejemplos de esto. Dios le ordenó que abrazara y se casara con una ramera. Al hacer esto, Oseas demostró el amor y la paciencia de Dios hacia la nación de Israel. Esto fue indudablemente algo doloroso para Oseas, pero le permitió sentir el corazón de Dios. Dios quiere que Sus siervos no sólo digan cómo es, sino que sean como Él; no sólo que digan lo que Él quiere, sino que hagan y demuestren Su voluntad; no sólo que declaren Su corazón, sino que sientan Su corazón.
ORACIÓN
Espíritu Santo, trata con mi espíritu de cualquier manera que necesites tratar conmigo. Sólo quiero ser como Tú y hacer Tu voluntad.
A veces Dios trata con sus siervos de una manera que es difícil de entender
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