A Jehová de los ejércitos, a él santificad; sea él vuestro temor, y él sea vuestro miedo. Entonces él será por santuario; pero a las dos casas de Israel, por piedra para tropezar, y por tropezadero para caer, y por lazo y por red al morador de Jerusalén.
Isaías 8:13-14
Los fariseos y los discípulos malinterpretaron a Jesús, y en consecuencia, ambos se sintieron ofendidos. Los que se ofendieron y se apartaron de Jesús cuando dijo: «Yo soy el pan vivo que descendió del cielo» (Juan 6:51), no eran fariseos, sino sus discípulos (seguidores que no eran los Doce). Aunque enseñó con gran sabiduría e hizo algunas obras poderosas en su ciudad natal, sus amigos «se ofendieron por él» (Mat. 13: 57). La palabra griega más usada en el Nuevo Testamento para ofender es también traducida como «tropezar». La palabra griega es skandalizo, de la que deriva nuestro escándalo en castellano. Al ofender las mentes de las personas, Dios revela las cosas en sus corazones que les hacen tropezar. Jesús se revela en la Biblia como el camino, la verdad, el Pan de Vida y la puerta. También es «piedra de tropiezo y roca de escándalo» (Isaías 8:14). Lo que más se revela en el corazón ofendido es la falta de hambre de Dios y la falta de humildad. A los ojos de Dios, estas son dos características importantes del corazón.
ORACIÓN
Padre, si hay cosas ocultas dentro de mi corazón que podrían hacerme tropezar, entonces revélamelas por medio de tu espíritu para que pueda ponerlas en el altar y encontrar tu voluntad perfecta.
Dios incluso escandaliza u ofende la mente de su propia gente.
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