Cuando Jehová hiciere volver la cautividad de Sion, Seremos como los que sueñan. Entonces nuestra boca se llenará de risa, Y nuestra lengua de alabanza; Entonces dirán entre las naciones: Grandes cosas ha hecho Jehová con éstos. Grandes cosas ha hecho Jehová con nosotros; Estaremos alegres.
Salmos 126:1-3
Dios no nos trae a Sión para nuestro enriquecimiento personal. A menudo la bendición del Señor recae sobre una persona, congregación, nación o ciudad, y ellos empiezan a pensar que la bendición fue dada principalmente para aumentar su prestigio personal o estilo de vida. Este es un peligro que debemos evitar una vez que lleguemos a nuestro destino. Algunas personas imaginan que cuando finalmente alcancen la plenitud de su promesa y lugar de destino, sólo tendrán alegría. Ellos se imaginan el contentamiento completo en su unción y prominencia. Pero no funciona así, ni siquiera en la gracia de Dios. En nuestro lugar de destino, todavía experimentaremos presiones, persecuciones y dolor. Mientras te preparas para entrar en tu destino, establece correctamente tus expectativas.
ORACIÓN
Padre, cuando estoy tentado a creer que la presión, la persecución y el dolor me impiden alcanzar mi potencial en Ti, haz que recuerde que Tú me traes a Sión para Tu placer y Tu plan, no para mi enriquecimiento personal.
Llegar a Sión es servir al reino en mayor medida – un privilegio mucho mayor que el dinero o la fama.