Igualmente, jóvenes, estad sujetos a los ancianos; y todos, sumisos unos a otros, revestíos de humildad; porque: “Dios resiste a los soberbios, Y da gracia a los humildes.” Humillaos, pues, bajo la poderosa mano de Dios, para que él os exalte cuando fuere tiempo; echando toda vuestra ansiedad sobre él, porque él tiene cuidado de vosotros.
1 Pedro 5:5-7
Cuando David fue promovido a Gabaa, continuó viviendo de corazón como lo hizo en Belén, fiel a sus pequeñas responsabilidades. Aunque comenzaba a saborear el favor y la estima de los hombres, seguía siendo fiel en tareas insignificantes. Dios sabía que esta temporada de favor sería sólo temporal. Quería que David aprendiera a responder con humildad y amor, ya fuera en Belén o en Gabaa, en el aislamiento o en el centro de atención nacional. A menudo, el Señor nos dará una cierta cantidad de éxito para equiparnos para los años de desierto que aún están por venir. De repente nos encontraremos en una posición de prominencia o liderazgo donde la gente valora nuestro tiempo y opiniones. Pero ese nunca es el final de la historia. La vida alterna entre tiempos de promoción y tiempos de lucha, tiempos de favor y tiempos de dificultad. Cuando aprendamos a apoyarnos sólo en Él en tiempos de éxito, sabremos cómo encontrarlo en tiempos de dificultad.
ORACIÓN
Padre, nunca me dejes perder de vista el hecho de que todo lo que soy y todo lo que tengo proviene de Ti. Dame un corazón de humildad y amor por Ti, y ayúdame a ser fiel en las cosas pequeñas. Mi fuente está en Ti, solo.
La mayoría de la gente nunca se imagina que la temporada de éxito cambiará, pero casi siempre lo hace