Su señor le dijo: Bien, buen siervo y fiel; sobre poco has sido fiel, sobre mucho te pondré; entra en el gozo de tu señor.
Mateo 25:23
En nuestras propias vidas, los días pequeños nos harán fieles en las cosas pequeñas para que podamos confiar más tarde en las cosas grandes. Este es también el lugar donde aprendemos a encontrar nuestra satisfacción no en la profecía o promesa sino en Dios. Él debe ser la única fuente de nuestra identidad. Cada uno de nosotros comienza en Belén, encontrando nuestra identidad en Dios y haciéndose fieles en las cosas pequeñas. Sería mucho más agradable, desde una perspectiva carnal, saltarse Belén e ir directamente a Sión. Pero el viaje hacia nuestro destino más elevado comienza con pequeñas responsabilidades. Puede significar ser descuidado, dejado de lado e ignorado. Pero esta importante temporada sienta las bases para el éxito más adelante. Es una parte esencial e ineludible de la jornada de la que nadie está exento, ni siquiera el Mesías. Tanto David como Jesús tuvieron sus pequeños comienzos en Belén, pero ambos estaban destinados a gobernar con la autoridad de Dios. Si el Rey eterno comenzó en Belén, también lo hará cualquiera que lo siga.
ORACIÓN
Padre, a menudo mi vida parece estar llena de «días pequeños». Cuando estoy consumido por detalles insignificantes, lleno de pequeños pensamientos, y paralizado por la insuficiencia dentro de mí mismo, me hace reconocer que Tú estás en las cosas pequeñas y que Tú me has asignado a experimentar Tu poder y autoridad.
Este es el lugar donde aprendemos a encontrar nuestra satisfacción, no en la profecía o promesa sino en Dios.
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