Y tres de los treinta jefes descendieron y vinieron en tiempo de la siega a David en la cueva de Adulam; y el campamento de los filisteos estaba en el valle de Refaim;
Y David dijo con vehemencia: !!Quién me diera a beber del agua del pozo de Belén que está junto a la puerta!
2 Samuel 23:13, 15
La Biblia da esta ilustración convincente de la entrega extravagante como modelo para llegar a ser personas de una sola pieza. David había sido ungido rey, pero aún no era rey. El celoso rey Saúl lo perseguía de cueva en cueva. Alrededor de seiscientos hombres se unieron a David, e hicieron de la cueva de Adulum su cuartel general. Probablemente era tarde una noche, y David decía con anhelo: «¡Oh, que alguien me diera de beber del agua del pozo de Belén! Oyendo el anhelo de David, sus guerreros le dijeron: «Vamos a traerle un poco de esa agua». Sabían que podría costarles la vida, pero amaban a David con extravagancia, y emocionó a sus corazones responder a su petición. Fueron mucho más allá de la llamada del deber para responder al anhelo en el corazón de su rey. De todas las historias que podrían haberse contado de David y sus hombres, esta historia se hizo famosa como uno de los actos más extravagantes de entrega hacia el rey. Para nosotros, esto se convierte en un cuadro de entrega al Rey Jesús. Es un patrón para llegar a ser gente de una sola pieza, con los corazones tras el de Dios.
ORACIÓN
Jesús, el ejemplo de los hombres poderosos de David me muestra la profundidad de la lealtad y entrega que quiero tener por Ti. Déjame amarte con ese nivel de extravagancia y vivir mi vida en la búsqueda de todo lo que te hace estar complacido conmigo.
Los hombres poderosos de David eran una imagen de la lealtad apasionada que deberíamos tener por Cristo Jesús.