Y tú volverás, y oirás la voz de Jehová, y pondrás por obra todos sus mandamientos que yo te ordeno hoy. Y te hará Jehová tu Dios abundar en toda obra de tus manos, en el fruto de tu vientre, en el fruto de tu bestia, y en el fruto de tu tierra, para bien; porque Jehová volverá a gozarse sobre ti para bien, de la manera que se gozó sobre tus padres,
Deuteronomio 30:8-9
Aquí hay una pregunta: ¿Cómo se siente Dios la mayor parte del tiempo? ¿Está aburrido? ¿Preocupado? ¿Blasfemando? ¿Feliz? ¿Preocupado? ¿Indiferente? ¿Comprometido? ¿Enfadado, contento o triste? Suena a la ligera, pero es una de las preguntas más importantes de todo nuestro viaje espiritual. ¿Cómo se siente Dios cuando te mira? He hecho esta pregunta a muchas personas a lo largo de los años, y por lo general responden de una de dos maneras: Dios está mayormente loco, o Dios está mayormente triste. Y en ambos casos, piensan que es su culpa. Muchos cristianos creen firmemente que Dios está enojado y afligido con cada uno de nosotros. Es una de esas opiniones siniestras que todo el mundo tiene pero de las que nadie habla. Dios es visto como distante, enojado, sentado en el trono, y gastando la mayor parte de su energía emocional siendo decepcionado por la humanidad. Imaginamos a un Dios llorón que golpea Su pecho y aparta Sus ojos de nosotros avergonzado. Pero las Escrituras nos dicen todo lo contrario. Nuestro Dios sonríe y se regocija. Sus emociones caen en una tercera categoría: Dios está mayormente contento.
ORACIÓN
Padre, me has revelado que cuando me miras te hago feliz. Déjame ver Tu sonrisa de aprobación y escucharte regocijándote por mí. Llena mi corazón de amor por Ti y conmueve mi alma.
Dios se revelará a nosotros como el Dios alegre que se desborda con deleite y gozo