Y era viuda hacía ochenta y cuatro años; y no se apartaba del templo, sirviendo de noche y de día con ayunos y oraciones.
Lucas 2:37
Ana, ¡qué mujer tan interesante! Ella sirvió al Señor (ministrado al Señor) con ayuno y oración noche y día. La palabra ministración es a menudo intercambiada con la palabra servicio. Qué idea tan inusual para una mujer ministrar al Señor en oración y ayuno. Ana probablemente tenía unos diecisiete o dieciocho años cuando se casó, y después de siete años quedó viuda. Así que a partir de los veinte años comenzó a ministrar al Señor día y noche. A los ochenta y cuatro años, sesenta años más tarde, Ana todavía era fiel en esto! Ella estaba constantemente en oración en el templo. ¡Qué mujer! Este llamado no está reservado sólo a los monjes católicos. La iglesia protestante debe llamar a las Ana, a encontrar un lugar para ellas, honrarlas, y encontrar maneras de liberarlas en su llamado.
ORACIÓN
Padre, puede que no sea recordado por sesenta años de fiel intercesión, pero oro para que sea recordado como un fiel intercesor, no importa cuántos años me queden para vivir por Ti.
Amados, en esta misma hora el Señor está cortejando a las Ana de la iglesia de los últimos días, y Él personalmente las está ubicando en su lugar.
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