En cuanto a la pasada manera de vivir, despojaos del viejo hombre, que está viciado conforme a los deseos engañosos,
Efesios 4:22
Antes exhortaos los unos a los otros cada día, entre tanto que se dice: Hoy; para que ninguno de vosotros se endurezca por el engaño del pecado.
Hebreos 3:13
¿Has pensado alguna vez por qué pecamos? El pecado produce placer inmediato. Da un gran impulso físico, espiritual y emocional. No pecamos por obligación. Pecamos porque creemos que proveerá un placer que es superior al placer de la obediencia a Dios. El poder de la tentación descansa en una promesa engañosa de que el pecado traerá más satisfacción que vivir para Dios. La Palabra de Dios llama a esta promesa el engaño del pecado o los deseos engañosos. Sólo ganaremos la batalla de la tentación mientras disfrutamos a Dios. El Espíritu Santo está exponiendo la belleza de Dios en Jesucristo para que podamos ser atraídos por un afecto santo cuyo poder rivaliza con el poder de nuestro pecado.
ORACIÓN
Padre, quítame el deseo de la gratificación instantánea. Mantén lejos de mí la tentación de ceder a los placeres del momento. Mi único placer es hacer la voluntad de mi Padre Dios.
El secreto para vencer el pecado es acercarse a Dios.