Pero yo cantaré de tu poder, Y alabaré de mañana tu misericordia; Porque has sido mi amparo y refugio en el día de mi angustia.
Salmos 59:16
Dios ha ordenado muchos gozos para los creyentes. Pero ningún regocijo es más intenso que el placer que viene cuando Dios se comunica al espíritu humano. Estos cálidos momentos con Dios hacen que la vida y la vitalidad espiritual vibren en lo más profundo de nuestro ser. Cuando Dios derrama Su amor en mí, ese mismo amor fluye a través de mí y regresa a Él. A medida que le estoy amando, me llega una mayor revelación de Su afecto y belleza, y el ciclo se vuelve más rico y más rico. Sentirse amado -un poco- y sentir amor por Dios -un poco- tiene un impacto poderosamente dinámico sobre el espíritu humano. No exclamo este mensaje porque quiero ser un soldado noble para Dios. Me comprometo a compartir este mensaje, a gritar la necesidad de poner el primer mandamiento en primer lugar, porque he experimentado una realidad que el cuerpo de Cristo tiene a su alcance. Pero debemos re-encauzar nuestras almas; debemos poner lo primero en primer lugar para darnos cuenta del increíble regocijo espiritual que es caminar en una relación de amor con Cristo.
ORACIÓN
Señor, te amo, ayúdame a amarte más. Deja que mi amor por Ti crezca diariamente; que sea el centro de todo lo que hago y de todo lo que soy.
El agotamiento ocurre cuando no experimentamos el placer de la vida cristiana encontrada en una relación amorosa con Dios.