¡Oh, cuánto amo tu ley! Medito sobre eso todo el día. Tus órdenes me hacen más sabio que mis enemigos, porque siempre están conmigo. Tengo más conocimiento que todos mis maestros, porque medito en sus estatutos. Tengo más comprensión que los ancianos, porque obedezco tus preceptos.
-Salmo 119: 97-100
¿Eres un estudiante de la Biblia? Es importante que recordemos que, aunque es bueno estudiar la Palabra de Dios, no estamos llamados a ser estudiantes primero. Me encanta estudiar las Escrituras, pero primero no me llaman para ser un estudiante. Primero me llaman para ser un amante. ¡Oh, la gloria de ser un amante de Dios! Me encanta amarlo! Por lo tanto, estudio de una manera que produce amor en mi corazón y produce amor en los corazones de las personas que impacto. Dependiendo del corazón de una persona, ser un estudiante puede ayudar u obstaculizar a una persona para cumplir con esta primera prioridad. En esta misma nota, no estamos llamados principalmente a ser debatientes o luchadores por la verdad. Algunas personas piensan que su mandato en la vida es preservar la verdad. No se dan cuenta de que primero se nos llama a ser amantes.
ORACIÓN
Amar debe ser el centro de mi vida. Déjame que nunca olvide que primero fui llamado para ser un amante. Enséñame a amar primero, luego a servir.
Dios quiere que peleemos por la verdad, pero antes seamos amantes de Dios
totosalcedo.com 