Después de haber dicho esto, Jesús se turbó en espíritu y testificó: “Les digo la verdad, uno de ustedes me va a traicionar”. Sus discípulos se miraron el uno al otro, sin saber a cuál de ellos se refería. Uno de ellos, el discípulo a quien amaba Jesús, estaba recostado junto a él. Simón Pedro hizo una señal a este discípulo y le dijo: “Pregúntale a cuál se refiere”. Apoyándose en Jesús, le preguntó: “Señor, ¿quién es?”
-Juan 13: 21-25
El Rey David es solo un ejemplo de un hombre que fue impactado por una vida de profunda intimidad con Dios. Sin embargo, el que tuvo la mayor revelación del Novio y la novia fue el apóstol Juan. Considera la vida de Juan. Reprendió a personas que expulsaron demonios porque no estaban en su grupo. Le pidió a Jesús que lo dejara sentarse a su diestra para siempre. Imagínese, él quería ser el hombre principal sobre todos para siempre a la diestra de Jesús en la eternidad. A veces, este apóstol reprendió a la gente, pero también fue el hombre que puso su cabeza sobre el pecho del Señor. Ser un hombre que posa Su cabeza en el pecho del Señor y recibe Su abrazo, hará arder tu corazón.
ORACIÓN
Señor, enséñame a amarte como David te amó. Ayúdame a buscar tu abrazo como lo hizo Juan. Dame una revelación de tu gloria, y pon mi corazón en llamas en tu amor.
El Señor Jesús confió la revelación de la novia al apóstol Juan.