Tu amor, oh Señor, llega a los cielos, tu fidelidad a los cielos. Tu justicia es como las montañas poderosas, tu justicia como el gran abismo.
-Salmos 36: 5-6
A veces mi ministerio tiene buenos ciclos en los que va bien, y a veces tiene malos ciclos cuando no puedo sentir la unción de la presencia de Dios y la gente parece aburrida. A veces, mis circunstancias tienen ciclos de bendición, y algunas veces tengo ciclos de vida en los que casi no veo ninguna bendición. Algunas veces mi salud es muy buena, y algunas veces ha sido quebrantada. Algunas veces mis relaciones más importantes son saludables; a veces están siendo socavadas. Pero ninguna de estas circunstancias cambia el hecho, la verdad que soy amado y que soy un amante. Cuando hay presiones en todas las áreas de la vida, la confesión que me da consuelo, la confesión que me saca de la desesperación, es esta: soy amado. Soy un amante. Por lo tanto, tengo éxito.
ORACIÓN
¡Padre, nada se compara en la vida con el hecho de que me amas total e incondicionalmente! Mientras recuerde Tu amor, sé que tendré éxito delante de Ti.
En el sentido más absoluto, tengo éxito delante de Dios