Porque Él nos eligió en Él antes de la creación del mundo para ser santo e intachable a su vista. En amor, nos predestinó a ser adoptados como hijos suyos por medio de Jesucristo, de acuerdo con su voluntad y voluntad, para alabanza de su gracia gloriosa, que nos ha dado gratuitamente en Aquel a quien ama.
-Efesios 1: 4-6
Recuerdo cuando comencé a pensar en Dios con una gran sonrisa en su rostro. Lo imaginé diciendo: «Te disfruto, sabiendo que traes placer a mi corazón». Inicialmente luché con pensamientos que son demasiado comunes para muchos de nosotros: «¿Quién, yo? ¿Viste mi pecado? ¿Cómo puedes disfrutar de mí cuando tengo tales debilidades?» Sin embargo, el Padre respondería a través del consejo de Su Palabra: «Veo la sinceridad en tu corazón. Veo el clamor en tu corazón por complacerme aunque a menudo tropieces. ¡Me deleito en Mi relación contigo!»
ORACIÓN
¡Qué maravilloso es, precioso Espíritu Santo, darme cuenta de que el Padre Dios verdaderamente se deleita y disfruta en mí! Qué increíble que antes de nombrar a la creación, ya había elegido amarme y hacerme uno de sus hijos.
Vi que cuando falle, Dios quería que corriera hacia Él, no lejos de Él