Es por Él que estás en Cristo Jesús, que se ha convertido para nosotros en sabiduría de Dios, es decir, nuestra justicia, santidad y redención.
-1 Corintios 1:30
Debemos adoptar una postura ofensiva si queremos liberarnos de una fortaleza. Debemos tener hambre de Dios y anhelar conocerlo íntimamente mientras miramos atrás sobre nuestros hombros ante la tentación y decimos que no. Nuestra firme determinación de superar nuestras debilidades y adicciones no es nuestra santificación. Nuestra santificación se encuentra en una persona: ¡Jesucristo! Cuando se nos da un pequeño vistazo de la verdad acerca de la asombrosa belleza y esplendor de Cristo, nos inclinaremos ante él con asombro, y con alegría y afecto nos abandonaremos a él.
ORACIÓN
Señor, tengo hambre y sed de tu justicia. Mi esperanza solo se encuentra en Ti, Señor Jesús, y me someto a Tu voluntad para que pueda superar todas las debilidades en mi corazón humano.
Es conociendo la verdad, luego persiguiendo a una persona (Dios), junto con resistir pasiones impías y tentaciones, que podemos caminar en victoria.