Cuando Jesús entró en Jerusalén, toda la ciudad se conmovió y preguntó: “¿Quién es este?” La multitud respondió: “Este es Jesús, el profeta de Nazaret en Galilea”.
-Mateo 21: 10-11
¿Qué hay de tí? Quizás solo has visto a un Dios santo que juzga la rebelión, y entonces buscas caminar en fidelidad como temes a Dios. Tú entiendes lo que significa temblar. ¿Te regocijas en los beneficios que son tuyos en Cristo? Quizás no experimentas mucha intimidad con Dios. La idea de besar a Cristo te hace sentir incómodo. Debería, porque el llamado de David para besar al Hijo es un lenguaje simbólico que no debe interpretarse como un beso literal. Se refiere a recibir el amor de Dios y luego responder a Él con amor incondicional.
ORACIÓN
Señor, admito que la idea de “besar a Cristo” me resulta difícil de comprender. Pero muéstrame la alegría de subir a Tu regazo, abrazar Tu cuello y besar Tu santo rostro.
El Señor quiere entrelazar estas tres dimensiones en ti. Él quiere traerlos por su Espíritu Santo