El Señor le dijo: «Abram, levanta la vista desde el lugar donde estás, y mira hacia el norte y hacia el sur, hacia el este y hacia el oeste. Yo te daré a ti y a tu descendencia, para siempre, toda la tierra que abarca tu mirada ¡Ve y recorre el país a lo largo y a lo ancho, porque a ti te lo daré!».
—Génesis 13:14–17
Dios le enseñó a Abram algo sobre concentrarse. Le dijo que mirara el territorio que le daría, que caminara en esa tierra, en todas las direcciones, y que visualizara la extensión de su legado. Luego le dijo: «Multiplicaré tu descendencia como el polvo de la tierra; si alguien puede contar el polvo de la tierra, también podrá contar tus descendientes» (Génesis 13:16). ¿Dios entrenó a Abram para hacer qué? Lo entrenó para que se concentrara en pensamientos más grandes. Si planeas cambiar tu futuro, no te concentres en cosas o en personas más pequeñas que lo que esperas. Tu enfoque alimentará tu fe o confirmará tus temores. Aprende a pensar como Abram. Piensa intencionalmente, generacionalmente e incluso globalmente. ¡Lo que puedas pensar nunca será demasiado grande, demasiado magnífico, demasiado fabuloso!
ORACIÓN
Elijo pensar en grande y esperar grandes cosas para mi futuro. Decreto puertas abiertas y conexiones divinas. Quito los límites y declaro que caminaré en la plenitud de todo lo que tienes para mí. En el nombre de Jesús, amén
Tomado del Libro Devocional Declara Bendición Sobre Tu Vida de Cindy Trimm