Padre, quiero que aquellos que me has dado estén conmigo donde yo estoy, y que vean mi gloria, la gloria que me has dado porque me amaste antes de la creación del mundo. Padre Justo, aunque el mundo no te conoce, yo te conozco, y ellos saben que me has enviado. Te he hecho conocer a ellos, y continuaré haciéndote conocer para que el amor que tienes por mí pueda estar en ellos y para que yo mismo pueda estar en ellos.
-Juan 17: 24-26
Mi amor por Diana y mi deseo de estar con ella me han ayudado a comprender el amor que Cristo sentía por su novia. Recuerdo cuando noté a esta chica hermosa, joven y rubia al otro lado de la habitación. Me volteé! Nunca había sentido emociones tan intensas mientras miraba a través de la habitación a Diane, la chica que se convertiría en mi esposa. La oración de Cristo en Juan 17 me conmueve especialmente. Solo horas antes de su agonizante muerte en el Calvario, mi Señor estaba clamando al Padre con intensos anhelos por su novia, ¡por mí!
ORACIÓN
Padre, anhelo estar donde estás. Quiero ser la novia santa e inmaculada de tu Hijo, preparada para compartir la eternidad en la maravilla de tu presencia.
Él fue consumido con amor por su novia y anhelaba tener a su novia con El por la eternidad
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