Por Ron Edmondson
Hace poco escribí dos publicaciones, “7 maneras en las que una esposa hiere a su esposo sin ni siquiera saberlo” y “7 maneras en las que un esposo hiere a su esposa sin ni siquiera saberlo” Estas dos publicaciones fueron muy leídas.
Recibí muchas respuestas, y Charisma me sugirió añadir más maneras en las que esposo y esposas se lastiman el uno al otro, basándome en las respuestas a las anteriores publicaciones.
Es así que, aquí están siete maneras más en las que los esposos y esposas se hieren:
- Sarcasmo. En mi publicación original, escribí con algo de sarcasmo, explicando que era más fácil la manera de abordar un tema tan difícil. Todavía piensa que era más fácil, pero no fue bien recibido por todos. Algunos se ofendieron, así que edité esa versión. Esto me recordó, sin embargo, por qué escribí eso. Algunas veces, inconscientemente nos herimos unos a otros, en la manera en que abordamos un tema. Esa ciertamente no fue mi intención. Recurrir al humor no es gracioso si solo te divierte a ti, pero realmente hiere al otro. (Y también aprendí que algunas personas necesitan aprender cómo dar una crítica constructiva.)
- Comparación. Supe que algunos se ofendieron porque fueron agrupados en una publicación, en lugar de hacer solo una para esposos y esposas, combinando. Entiendo. Generalizamos todo el tiempo. Conservadores, liberales y moderados. Introvertidos y extrovertidos. Al mismo tiempo, entiendo que nadie es igual a otro. Todos somos únicos – pero igualmente es cierto que en muchos sentidos, somos iguales. Todos tenemos necesidades y deseos similares. Aun así, me recordó de alguna manera cómo lastimamos a nuestro cónyuge, por lo que el punto es bien recibido. Deberíamos tener cuidado en no comparar a nuestro cónyuge con otras personas – especialmente de manera negativa. Ellos son únicos e individuales.
- Ignorar. Algunos comentaron que se sienten ignorados en su matrimonio. Podría ser la respuesta a un argumento o el aburrimiento en una relación o simplemente el rehusar escuchar activamente. Pero cuando un cónyuge hace como que el otro ni siquiera está en el cuarto – o hace que así se sienta – eso duele.
- Devaluando La Relación. Algunos cónyuges sienten que son más serios acerca de que se matrimonio funcione que su pareja. No tomar la relación seriamente permite que se creen vacíos y se hiera al cónyuge. Y uno sabe cuándo no estamos dándole el alto valor suficiente al matrimonio.
- Falta De Satisfacción. Numerosas personas indicaron que están cansadas de que sus cónyuges nunca estén satisfechos en el matrimonio. Sienten que hay descontento dirigido directamente hacia ellos. En la relación – en la vida, con estatus social, con las finanzas – cuando un cónyuge nunca está satisfecho, incluso cuando no intencionalmente o a sabiendas culpa al otro, duele. Profundamente.
- Poner Primero A Los Demás. Algunas parejas se sienten olvidadas o ignoradas. Cuando todos los demás tienen lo mejor del tiempo de su cónyuge, y la familia solo recibe las sobras, eso lastima la relación y el corazón de los descuidados.
- Ignorar Las Necesidades Del Cónyuge. Muchas parejas notaron que eran heridos mayormente cuando su esposo o esposa no se daba cuenta cuán importante era algo para ellos. Podía ser tan simple como cerrar la puerta del armario, lo cual puede parecer una frívola necesidad para uno, pero al otro lo vuelve loco. Cuando actuamos como si no importara algo o que no fuera “tan grave,” lastimamos al otro. (Ahora, es cierto, todo puede ser importante, o nada realmente, pero deberíamos valorar a la otra persona lo suficiente para preocuparnos de cosas que le importan, y cuando no es tan difícil de hacer, ¿por qué no complacerle?)
Por cierto, el último ejemplo corresponde a mi propio matrimonio. A mí no me importa que la puerta del ropero esté entreabierta. Eso molesta grandemente a mi esposa. Puedo claramente ver que las puertas están diseñadas para cerrarse. Así que, sabiendo que eso le importa a ella – las cierro. Bastante fácil.
Para temas más complicados, se requiere más comunicación, entendimiento mutuo y disposición para humillarnos en la relación. Cuando dos cónyuges está haciendo esto – y sí, les toma a los dos – estoy convencido que cualquier matrimonio puede ser un gran matrimonio.
Lamentablemente, en mi experiencia, mucha gente piensa que están haciendo eso, pero realmente solo esperan que el cónyuge se humille. Si la pareja solo hiciera y viera las cosas a la manera de ellos, piensan que las cosas estarían bien. Eso no funciona así, sin embargo. Es de dos, ambos dispuestos a colaborar y ceder para que la más grande realidad de las dos únicas personas individuales se haga una.
Permíteme cerrar, compartiendo un par de pensamientos generales. Primero, estoy tratando de ayudar a los matrimonios. Me doy cuenta que todos estos – o tal vez ninguno – se aplica a tu matrimonio. Algunos son un serio problema y estas publicaciones pueden ayudar. Puede que necesites consejería profesional, y te animo a que busques ayuda si la necesitas.
Vía: Charisma Magazine