«¿Cuándo aprenderás que ‘creer’ es inútil sin hacer lo que Dios quiere que hagas? La fe que no da como resultado buenas obras no es verdadera fe»
(Santiago 2:20, TLB).
¿Es la fe simplemente un estado de ánimo? Algunos lo ven así: un atributo pasivo de un cristiano que espera ver lo que Dios tiene reservado para si: una promoción, cáncer, depresión, traición, bendición, riqueza o injusticia. Podrían decir: «Esperaré a ver qué va a hacer Dios por mí y me iré con la corriente». Pero eso es una tontería.
La fe está activa. No es pasiva. Es un compromiso. Mire su estilo de vida y vea qué tipos de acciones siguen como resultado de ello. Si tienes una fe que es real, puede demostrarse.
Si has sido bautizado, has hecho una declaración a Dios y a las personas que te rodean. Usted dijo: «¡Estoy dentro!» Pero no se detiene en el bautismo, ¡ni por mucho! ¿Que mas haces? Comienzas siguiendo el patrón de Jesús. La fe es probada por nuestra forma de vivir. Y no malinterpretes esto. Tu salvación no está basada en tus obras. Las cosas que haces, tu paseo diario, la vida cotidiana, no te llevarán al cielo. Tus acciones no te hacen cristiano; muestran que eres cristiano
Celebre el lujoso regalo de la gracia. Fuiste salvo porque Jesús te ama absolutamente y quiere que estés con él en el cielo. Celebra eso!
Muestra tu fe. Los anillos de bodas no hacen que las personas se casen, pero lo declaran de manera visible. De la misma manera, el bautismo no es lo que te llevará al cielo, pero es un acto de obediencia. (Jesús nos ordenó bautizarnos y bautizar a otros).
Comparte tu fe con las personas que te rodean. Si está entusiasmado con lo que Dios ha hecho en su vida, ¿por qué no compartirlo? Hay muchas formas de hacerlo. Conéctate para servir a Dios.
Hay literalmente millones de posibilidades. Guíe a la gente a Jesús y ámelos como lo hizo Jesús. Es una elección que le traerá felicidad eterna a usted y a las personas que ayudó a traer a Cristo.
Hablar de ello
¿Cuáles son algunas formas específicas en que puedes mostrar tu fe a los demás?
Considere su respuesta a esta analogía de la fe: los anillos de bodas no hacen que las personas se casen, pero lo declaran de manera visible.
¿De qué maneras puedes compartir tu fe con los demás? ¿Qué personas te vienen a la mente cuando piensas en esto?
Vía: Charisma Magazine