El fruto de la justicia será paz; el efecto de la rectitud será quietud y confianza para siempre.
-Isaías 32:17
Paciencia. Tenemos que reducir la velocidad y dedicar nuestro tiempo a orar por los demás. Al Espíritu Santo no le gusta que lo empujen; Él quiere ser el líder. Por lo general, se toma su tiempo para mostrar su poder. En la quietud del alma, podemos recibir mejor las impresiones del Espíritu sobre nuestros espíritus, mentes, emociones y cuerpos. La oración de «empapamiento» a menudo es muy necesaria para eliminar las fortalezas obstinadas del maligno.
ORACIÓN
Espíritu, cuánto necesito tu paciencia. Hazme entender que mientras espero con confianza y en silencio a que trabajes en mi vida, me transformarás y me darás la fuerza de tu presencia.
En la tranquilidad del alma, podemos recibir mejor las impresiones del Espíritu sobre nuestros espíritus, mentes, emociones y cuerpos.