Nehemías dijo: «Ve y disfruta de la comida selecta y las bebidas dulces, y envía algunas a los que no tienen nada preparado. Este día es sagrado para nuestro Señor. No te aflijas, porque el gozo del Señor es tu fortaleza».
-Nehemías 8:10
Alegría. Tenemos que acercarnos a orar por los demás con la conciencia gozosa del privilegio que se nos ha otorgado. Incluso si no estás emocionalmente despierto, necesitas recurrir a las aguas de alegría que residen dentro de ti. Puedes hacer esto meditando y enfocando el hecho de que eres cristiano, un templo del Espíritu Santo, perdonado de tus pecados, destinado al cielo, útil a Dios, receptor de muchas bendiciones, y demás. En otras palabras, intenta retroceder y obtener una idea general de quién eres en Cristo y quién es Él en sí mismo. Entonces podemos dejar nuestras presiones personales temporalmente y centrarnos en las necesidades que tenemos ante nosotros. Si aún no puedes alegrarte tanto, confiesa tu debilidad al Señor y pídale que te compense amablemente en esa ocasión y ora más tarde.
ORACIÓN
Quiero tu alegría, querido Espíritu. Inunde sobre mi alma con una alegría inexplicable que irradia de mi vida a los demás.
Trata de dejar que su alegría se manifieste a través de tu ojos y en tu semblante