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Manturity 

Hace unos años, estaba leyendo la última revista de Men’s Health. En el proceso, me encontré con una página llena de estadísticas molestas y perturbadoras.

Todas se trataban de los hombres y su incapacidad de mantenerse alejados de la lujuria, y mantener a raya sus ojos de mirar a otras mujeres. Algunas de estas estadísticas trataban con hombres solteros, y otras con casados.

Como hombre casado, esto me golpeó en dos maneras. Una, me sentí frustrado por los malos resultados, y dos, me sentí aún más frustrado por el hecho de que no se ofrecía ninguna resolución a los hombres que leían ese artículo.

Un par de semanas más tarde, publiqué el artículo “5 cosas que cada hombre casado debería hacer con relación a las mujeres solteras.”

Con más de medio millón de visitas, y 247,000 veces compartido, es obvio que este tema es un gran problema en esta cultura.

Independientemente de los muchos comentarios negativos y los muchos artículos que han sido escritos en contra, todavía creo las simples verdades que mencioné en el primer artículo, hoy más ciertas que nunca. Son herramientas pequeñas pero muy efectivas, que todo hombre casado puede usar, una vez que decide entregar su corazón a una mujer, delante de Dios, y delante de mucha otra gente importante. Él tomó su decisión en ese momento, y ahora necesita vivirla cada día en su matrimonio.

Otra cosa que la gente no puede negar son los resultados buscados. El título de esta publicación implica tanto a hombres como mujeres, tratando de imaginar qué hacer en situaciones de prueba. Sinceramente creo que Dios ha usado esas simples verdades para impactar positivamente las vidas de miles de hombres y mujeres.

¿Quieres más pruebas? Te enviaré los resultados de la búsqueda.

Creo también que vivimos en una cultura en la que es fácil obtener estadísticas sobre la cantidad de hombres que miran pornografía, cuán a menudo ellos miran a las mujeres de manera lujuriosa, o cuán a menudo los hombres piensan en estar con una mujer que no es su esposa. Pero pienso que necesitamos revisar las estadísticas sobre otras preguntas.

Por ejemplo, ¿Qué esfuerzos, más allá de tus votos, estás haciendo en construir tu matrimonio? ¿Cuándo fue la última vez que oraste por tu esposa? ¿Aún recuerdas lo que dijiste cuando recitaste tus votos? Pienso que desafiamos a los hombres con esta clase de preguntas, y los hacemos reconsiderar sus acciones con respecto a sus esposas y otras mujeres.

¿Cuáles serían tus respuestas a estas preguntas?

Al considerar esas respuestas, quiero desafiarte con cinco cosas más que todo hombre casado debería hacer para proteger su matrimonio.

Y ten en mente, que estas no tienen el propósito de mostrar falta de respeto a las demás mujeres, que no son tu esposa, sino que son método para que uses cuando sientas que la situación lo amerita. Como hombre maduro que está creciendo activamente en su caminar con Cristo, sabrás cuando lleguen esos momentos.

1.  Imagina que tu esposa está allí, contigo. Tomate un momento para pensar en las conversaciones recientes o encuentros con otra mujer. Cuando estabas solo, ¿Era más probable que le des esa segunda mirada? ¿Tenías más probabilidades de participar en una conversación que, se podría decir, era más que profesional o de amistad? Cuando piensas en esos momentos, ¿Tu esposa aprobaría tus acciones? ¿Lo haría Jesús?

Al principio de mi propio matrimonio, luchaba con este concepto. Quiero decir que no fue hace mucho tiempo que estaba soltero y libre de hacer y decir lo que me plazca, pero ahora estaba casado. Al estar juntos mi esposa y yo, mucho más a menudo, comencé a darme cuenta de las reacciones de ella, cuando me involucraba en una conversación con otras mujeres. Ella me hacía saber cuándo estaba cruzando la línea de “coqueteo” en lugar de “amigable.” Al principio, no entendía y a menudo me ofendía, pero comencé a darme cuenta que, si la manera en la que actuaba con otras mujeres, la hacía sentir incómoda, yo necesitaba cambiar.

He llegado a aprender después de casi 10 años de matrimonio, que la manera en la que actúo con respecto a otras mujeres cuando estoy con mi esposa, es la manera que necesito actuar con ellas todo el tiempo.

2.  Procurar no estar a solas. Estoy plenamente consciente que este paso, puede que no siempre sea posible en un entorno de tipo profesional, pero incluso en este tipo de ambientes, se puede tomar precauciones para proteger la integridad, tanto de tu compañera, como de ti mismo. Por ejemplo, puedes dejar las puertas abiertas. Puedes asistir a una reunión que esté en un lugar tranquilo pero aun así, abierto al público. Podrías invitar a un colega de confianza para unirse a la conversación. Siempre hay opciones, así que no hay excusas.

¿Alguna vez has tenido la experiencia en la que tú y tus amigos, se suponía que tenían que salir, y te encuentras con que solo tú y una amiga del sexo femenino aparecen? ¿Qué hiciste o qué harías? Honestamente, no puedo pensar ninguna buena razón para quedarme allí y “salir” con ella. Incluso si ellas es una amiga de confianza que conoce a tu esposa, tanto ella como tú deberían respetarse lo suficiente para despedirse y reprogramar la cita con el grupo. No llamo a este tipo de situación una deshonra a la amiga, la llamo honrarla y honrar mi matrimonio.

Y si esto ocurre, le dejaría saber a mi esposa, sobre la situación.

3.  Llama a tu esposa para pedir/confirmar detalles. Muchachos, yo personalmente siento que esta es una de las más importantes cosas que recordar, cuando nos encontramos con otras mujeres. Veo este punto de dos maneras. Uno, puede que te encuentres en una situación en la que no tienes opción. En términos de trabajo, puede que necesites una reunión particular con otra mujer, o que tengas que viajar con otra mujer. En esos casos, necesitas ser honesto acerca de los detalles y las actividades, y necesitas dejar en claro los términos de permanecer solamente en el área profesional y amistoso. Y segundo, puede que haya momentos cuando tengas que elegir, ya sea explicar que estás incómodo con la situación, o explicar por qué, y si ella es lo suficientemente madura para entender, o llamar tú a tu esposa y revisar sus sentimientos sobre la situación. ¿Qué harías?

He aquí una buena pregunta para tener en mente. “Lo que estoy a punto de hacer, o a dónde estoy a punto de ir, ¿Es algo con lo que me siento cómodo al compartirlo con mi esposa?”

4.  Cuida tu actividad en línea o de mensajes de texto. En todos los demás puntos, hemos discutido sucesos reales, físicos, como qué hacer cuando estas con tu esposa, cómo manejar situaciones reales en el trabajo o con amigas. Pero no podemos descuidar la actividad online o de mensajes de texto. Dado que los dispositivos inteligentes y las redes sociales han crecido, esto solo se convierte en un área más grande de preocupación en nuestro matrimonio.

Aquí algunas maneras que he escogido para manejar la actividad en línea. Una, he escogido no aceptar ciertas solicitudes de amistad, de mujeres que he conocido muy bien o me atrajeron en el pasado. Incluso si están casadas o solteras, honestamente no necesito saber en qué están o escuchar lo que puedan estar atravesando. Otra opinión es aceptar las solicitudes, pero ser muy cuidadosos en la manera en la que llevamos la relación. A principios de mi matrimonio, tenía una vieja amiga en línea. Al principio, se trataba solo del pasado, pero mientras avanzábamos en la conversación, ella comenzó a ser más personal y a abordar temas de su vida. ¡DETENTE! Sí, es allí donde mi esposa me detuvo. A partir de entonces, si recibo mensajes de texto, mi esposa lo sabe primero. Y si necesito responder, incluyo opiniones y pensamientos de mi esposa en mi respuesta.

La actividad en línea y los mensajes de texto pueden facilitar la infidelidad, pero también es más fácil que te atrapen.

5.  Ve la relación similar con tu madre, hermana o hija. Cada vez que pienso en este punto, Dios realmente me hace considerar mis acciones hacia las demás mujeres. Siendo el menor de dos hermanas mayores, realmente puedo relacionarme con esta idea. Y no pienso que este punto se aplica a los de arriba, sino que trata más con el corazón de la situación. Como digo, nosotros, como hombres casados, deberíamos tener cuidado y tomar ciertas precauciones con respecto a mujeres separadas o solteras; también sé que hay un aspecto central en todo esto.

Mi relación con mi madre y mis dos hermanas ya no es de amistad cercana (ya que me mudé hace muchos años), pero sí es de amor y gracia. No importa lo que pase o cuánto tiempo no las vea, todavía me esfuerzo por mostrarles amor y gracia cuando estamos juntos. La única persona con la que relaciono esto es con Jesucristo. No importaba con quien se contactara, el ciego, el loco, las prostitutas, etc. Él siempre escogía mostrar amor y dar gracia. Podemos hacer lo mismo en esas relaciones.

Todas las mujeres son hijas de Dios, y deberían ser tratadas como tal. Si piensas en ellas como hermanas, madres o hijas, eso ayudará; entonces persigue esa opción. Mientras busques honrar a Dios y a tu matrimonio primero, y te protejas con los cinco puntos enumerados, siempre estarás bajo el paraguas del amor y la gracia.

Como dije antes, desafío a cada hombre a considerar cada punto, y tomar los pasos necesarios ¡Para fortalecer su matrimonio!

Vía: Charisma Magazine

Acerca de Toto Salcedo

Comunicador Radio-TV RR.SS Libro: Revolucion desde adentro Pastor EKKLESIA

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