Cindy Trimm
«Hermanos, no seáis niños en el modo de pensar, sino sed niños en la malicia, pero maduros en el modo de pensar».
—1 Corintios 14:20, rv60
Debemos crecer y madurar en nuestra fe, si queremos hacer alguna diferencia para el Reino de Dios. A medida que crecemos en Cristo, aprendemos nuevas habilidades y desarrollamos hábitos divinos. Aumentan los niveles de competencia en nuestras habilidades y talentos. Nos distinguimos por la excelencia alcanzada y la aparente facilidad con que seguimos a Jesús. En cualquier emprendimiento, el dominio de habilidades y técnicas te distingue como alguien que no es descuidado en su desempeño.
Oración
Padre, yo elijo crecer en ti. Me niego a permitir que cualquier expresión de infantilismo o inmadurez me impida incursionar en nuevas esferas del espíritu. Someto mi vida a tu superior autoridad, y no rechazaré el proceso por el cual estás aguzando las habilidades y talentos que me has dado. Todo lo que tengo viene de ti, y yo libremente te lo entrego para que lo uses para tu gloria. No te busco casualmente, estoy en la búsqueda incesante de ti. Acepto abiertamente todo tu entrenamiento para crecer en la plenitud de la madurez en Cristo. En el nombre de Jesús, amén.
Tomado del Libro Devocional Declara Bendición Sobre Tu Vida de Cindy Trimm