No confiaste en el Señor tu Dios, que se fue delante de ti en tu viaje, en el fuego de noche y en una nube durante el día, para buscar lugares donde acampar y para mostrarte el camino que debes seguir.
-Deuteronomio 1: 32-33
La iglesia debe discernir el movimiento actual del Espíritu. Así como los hijos de Israel siguieron la nube a través del desierto, la iglesia necesita moverse cuando el Espíritu Santo dice que se mueva. La relación que existe entre la iglesia y el Espíritu Santo no es estática. El Espíritu siempre está haciendo algo nuevo con la iglesia como un todo y, por separado, con cada congregación. Los Diez Mandamientos dados en el Sinaí son para siempre verdaderos e inmutables, pero el pueblo de Israel cambiaba de lugar constantemente a medida que se movían por el desierto. El tipo de movimiento al que me refiero es el énfasis cambiante puesto en elementos de verdad, estructura y estrategia. La mayor expresión de la iglesia como comunidad profética se encuentra en aquellas congregaciones o denominaciones que avanzan con la nube pero que llevan consigo toda la sabiduría, experiencia y madurez de su historia.
ORACIÓN
Espíritu, que nunca esté tan contento con mi vida espiritual, que no vea el momento en que te mueves y te revelas a tu pueblo. Haz algo nuevo en mi corazón, en mi iglesia y en tu mundo.
Nos movemos dentro de los límites de la verdad inmutable de la Palabra de Dios