Pues ya que en la sabiduría de Dios, el mundo no conoció a Dios mediante la sabiduría, agradó a Dios salvar a los creyentes por la locura de la predicación. Porque los judíos piden señales, y los griegos buscan sabiduría; pero nosotros predicamos a Cristo crucificado, para los judíos ciertamente tropezadero, y para los gentiles locura; mas para los llamados, así judíos como griegos, Cristo poder de Dios, y sabiduría de Dios.
-1 Corintios 1: 21-24
En contraste con la imagen cortés, tímida y caballerosa que tenemos del Espíritu Santo, ofende intencionalmente a las personas. A Dios le agradó que los gentiles se sintieran ofendidos por la locura del mensaje del evangelio y que los judíos tropezaran con la piedra de tropiezo de la cruz. Pablo advirtió a los Gálatas que si requerían la circuncisión como lo exigían los judíos, entonces “la ofensa de la cruz había cesado” (Gálatas 5:11, NKJV). La implicación es que el evangelio a veces es ofensivo por el diseño de Dios. Al ofender a las personas con sus métodos, Dios revela el orgullo, la autosuficiencia y la obediencia fingida que yacen escondidas en los corazones de las personas.
ORACIÓN
Padre, prepárame para los momentos en que Tu Espíritu me ofenda a mí o a otros. Recuérdame que puedes elegir una ofensa para revelar mi orgullo, autosuficiencia o fingir obediencia.
El Espíritu Santo ofende intencionalmente a las personas.