Si tengo el don de la profecía y puedo comprender todos los misterios y todo el conocimiento, y si tengo una fe que puede mover montañas, pero no tengo amor, no soy nada.
-1 Corintios 13: 2
La mayoría de las personas proféticas no tienen el don del liderazgo que es esencial para que una iglesia sea sana, equilibrada y segura. Una iglesia dirigida solo por profetas no es un ambiente seguro para el pueblo de Dios. Una de las cosas más importantes para hacer en una iglesia que quiere nutrir y administrar el ministerio profético es disminuir el misticismo y el deseo carnal de parecer superespiritual. Necesitamos mantener nuestros ojos alejados de las personas y permanecer enfocados en Jesús y su propósito para nosotros. Este no es un concurso de belleza espiritual, pero puede convertirse en uno muy rápidamente si la gente ve los regalos como insignias de mérito en lugar de algo para bendecir a la iglesia. El hecho de que el poder y la revelación fluyan a través de ministros proféticos no es necesariamente una señal de que Dios está complacido con las otras áreas de sus vidas. A veces, los dones proféticos continuarán operando incluso cuando se produce un desmoronamiento interno en sus vidas privadas.
ORACIÓN
Padre, mantén mis ojos enfocados en las revelaciones verdaderas que quieres darle a tu gente. Hazme desear nada más que crecer en mi amor e intimidad contigo. Construye tu iglesia de cualquier manera y con quien elijas usar.
No se trata del barco. Se trata de amar el Señor y edificar su iglesia