Lee Grady
He experimentado el cielo en la tierra en los últimos días. Estuve en Durban, Sud África, visitando una de las congregaciones más llenas de gozo que he encontrado en mis viajes.
Se llama His Church (Su Iglesia), y esta iglesia multicultural de 1,000 miembros, tiene muchas cualidades maravillosas: una pastora amorosa (una valiente mujer, Fiona Des Fontaine) quien está comprometida a predicar la Palabra de Dios sin transigencias; un poderoso alcance a la comunidad; un equipo saludable de pastores que sirven sin ninguna señal de competencia o ego; y un instituto bíblico donde muchos jóvenes líderes están siendo entrenados.
Sé que hay muchas iglesias alrededor del mundo hoy que tienen cualidades similares a Su Iglesia. Sin embargo, muchos cristianos, especialmente en los Estados Unidos, están renunciando a la iglesia porque fueron heridos por pastores, o lastimados por otros cristianos, o porque simplemente decidieron “seguir por su cuenta.”
Esta gente podría observar un servicio de la iglesia de vez en cuando en la televisión o reunirse con algunos amigos cristianos a tomar un café. Todavía se consideran a sí mismos, cristianos serios, pero no quieren tener nada que ver con pastores, diezmo, reuniones programadas o el drama de una iglesia.
Si tú o un ser amado ha renunciado a la iglesia, no estoy aquí para condenarte. He tenido mi parte de decepciones en la iglesia con los años, incluyendo algún abuso espiritual. Pero quiero ofrecer seis rezones por las que no deberías dejar que una mala experiencia termine tu conexión con el pueblo de Dios.
1. La Iglesia Es El Cuerpo De Cristo En La Tierra. Con todos sus defectos, la iglesia es todavía el Plan A de Dios. Jesús anunció antes de ir a la cruz: “Y yo también te digo, que tú eres Pedro, y sobre esta roca edificaré mi iglesia; y las puertas del Hades no prevalecerán contra ella.” (Mat. 16:18). Jesús quería usar la iglesia – incluso en su debilidad – como Su herramienta principal para alcanzar al mundo con el evangelio. El cielo no tiene un Plan B. Jesús es la cabeza de su iglesia (lee Col. 1:18), y nosotros somos Sus manos y pies. Rechazar la iglesia es rechazar la máxima estrategia de Dios para traer el reino de los cielos, a la tierra.
2. El Espíritu Santo Nos Ha Llamado A Trabajar Y Fluir Juntos. Cuando nacemos de nuevo y somos bautizados, la Biblia dice que fuimos unificados místicamente los unos a los otros, y conectados por el Espíritu Santo con los demás creyentes nacidos de nuevo. Esta conexión es santa y nunca deberíamos tomarla a la ligera o dañarla. Pablo les dijo a los Efesios que sean “solícitos en guardar la unidad del Espíritu en el vínculo de la paz,” estando en estrecha comunión los unos con los otros (Efe. 4:3). Rechazar esta unión de creyentes es deshonrar la obra del Espíritu.
3. Dios Lleva A Cabo Mucho Más A Través De Su Pueblo Corporativo Que A Través De Individuos Aislados. En el Antiguo Testamento, el Espíritu Santo trabajó principalmente a través de la nación de Israel, y a través de individuos que tenían llamados especiales, y notable valor. Pero en la edad del Nuevo Pacto, el Espíritu habita en cada creyente cristiano, y la iglesia corporativa tiene mucho más impacto. Es por esto que Jesús les dijo a Sus discípulos después de ir a la cruz, que “harían más grandes obras” de las que Él hizo en la tierra (lee Juan 14:12). Y debido a que iglesias saludables pueden aunar recursos y organizar voluntarios, son capaces de ofrecer ministerios a los niños, jóvenes, familias, solteros, necesitados y perdidos en todo el mundo – de una manera que nunca podrías hacerlo solo, sentado en tu casa, solo.
4. La Autoridad De Dios Fluye A Través De Su Iglesia, No A Través De Los Cristianos “Llaneros Solitarios” Algunas personas que han sido heridas por líderes de la iglesia, siente que nunca pueden someterse a otro pastor otra vez, ni honrarán a un persona que es llamada por Dios, para llevar la autoridad de un ministerio (lee Efe. 4:11-12). Es totalmente aceptable para ti que dejes una iglesia no saludable, con la falta de un buen liderazgo, pero deberías encontrar rápidamente una nueva iglesia donde puedas ser equipado, para cumplir tu ministerio. Nunca fue la intención para un cristiano, vivir con una actitud autosuficiente.
5. Es Por Vivir En Una Comunidad Cristiana Que Aprendemos A Amar Y A Servir. El Libro de Hebreos fue escrito a un grupo de cristianos judíos que estaban pensando en abandonar su fe cristiana, debido a la persecución. Algunos de ellos, incluso dejaron de asistir a la iglesia, pero Pablo se dirigió a su desilusión diciendo: “Y considerémonos unos a otros para estimularnos al amor y a las buenas obras; no dejando de congregarnos, como algunos tienen por costumbre, sino exhortándonos; y tanto más, cuanto veis que aquel día se acerca.” (Heb. 10:24-25). La gente que vive aislada, encuentra difícil desarrollar carácter, y a menudo se desaniman; los que caminan juntos en estrecha comunión, se inspiran el uno al otro, mejorando, así como el acero afila el acero.
6. Si Abandonas La Iglesia Por Una Herida O Resentimiento, Se Te Hará Más Difícil Encontrar Sanidad Y Reconciliación. Podría sonar espiritual decir que estás alejándote de la gente para enfocarte en Dios. Pero el Nuevo Testamento dice que tu relación con Dios está directamente relacionada a cómo te relaciones con los demás. Juan escribió: “Si alguien afirma: «Vivo en la luz», pero odia a otro creyente, esa persona aún vive en la oscuridad.” (1 Juan 2:9, NTV). La gente puede haberte lastimado, pero Dios también usará gente para sanarte. No dejes que las heridas del pasado te arrinconen. Escoge perdonar. Toma el riesgo y sigue amando.
Por favor, no salgas de la iglesia o renuncies a los santos imperfectos de Dios. No hay iglesia perfecta – y si la hubiera, ¡no sería perfecta después de unirte a ella! Hay un lugar para ti en la eterna familia de Dios.
Vía: Charisma Magazine