Fire In My Bones - Lee Grady

Malas Palabras

Lee Grady

Sinceramente, nunca pensé que vería el día en que los cristianos justificarían la maledicencia.

Viví una vida protegida mientras crecía. Mis padres cristianos me permitieron mirar una re-edición de Lo Que El Viento Se Llevó en el cine local cuando tenía 12 años, y mis oídos vírgenes se escandalizaron cuando Rhett Butler le dijo a Scarlett, “Francamente, mi querida, me importa un bledo.” Nunca había escuchado tal lenguaje – y yo sabía que si alguna vez hablaba como Rhett Butler en mi casa, me enviarían al patio trasero para elegir mi propia vara.

Se avanzó rápido hasta hoy, cuando la blasfemia ha saturado tanto nuestra cultura que las malas palabras son inevitables. Dejar caer la palabra sucia es un hábito diario para millones. Jesse Sheidlower, editor de contenidos del Diccionario Inglés Oxford, dice que la palabra con F (en inglés) ha perdido su valor de impacto. Él dice, “Para la mayoría de la gente, es apenas perceptible.”

Hoy en día los estudiantes usan camisetas para la escuela con las siglas “WTF?” He visto la palabra F*** tatuada sobre los brazos de la gente en tinta azul oscuro. Y he escuchado a chicos y chicas por igual, usarla más de 15 veces en una oración para simplemente describir su día. Hay incluso un libro para niños titulado Go the F*** to Sleep que fue uno de los títulos de mayor venta en Amazon en el 2011. ¿Qué está pasando aquí?

La música sin duda ha jugado un papel en forzar esta palabra-F en nosotros. (Escucha si te atreves a cualquier artista popular de hip-hop para probar esta agresividad) Una canción de la banda de rock Limp Biskit unos pocos años atrás contaba con la palabra F, 50 veces. El rapero estadounidense, CeeLo Green lanzó una canción en el 2010 llamada F*** You, y fue nominada a los Premios Grammy. Mientras tanto, la Asociación Motion Picture de Estados Unidos, recientemente permitió que su código de calificación PG-13 para las películas aceptara más usos de la palabra-F. (La reglamentación anterior solo permitía una palabra-F por film)

No estoy en una campaña para lavar la boca de nuestra nación. Vivimos en un país libre. Y además, no espero que los no cristianos hablen como los maestros de escuela dominical. Pero, bajo el riesgo de sonar puritano, pienso que los verdaderos creyentes necesitamos recordar que no está bien hablar basura. Esto ciertamente va para los predicadores – sin importar cuán jóvenes y de moda estén.

Sinceramente, nunca pensé que vería el día en que los cristianos justificarían la maledicencia. Pero fue algo simplemente inevitable, ya que muchos predicadores han enfatizado la gracia grasienta mientras pasan por alto nuestra falta grave de discipulado. El mensaje bajo líneas de estos días es: “No seas religioso o legalista. Tenemos que ser relevantes a la cultura.” El significado implícito es: “Sigue adelante y habla disparates. A Dios no le importa. Tal vez cuando los no cristianos te escuchen hablando así, no te etiquetarán como un fanático religioso.” No voy a comprar eso, por tres razones:

1. Hablar sucio te contamina a ti y a los que te rodean. Jesús dijo que no es lo que entra en la boca de una persona lo que lo contamina, sino lo que sale (Mateo 15:11). Luego el apóstol Pablo escribió, “Ninguna palabra corrompida salga de vuestra boca.” (Efesios 4:29). La palabra “Corrompida” aquí se refiere a la fruta podrida o pescado rancio. ¡Hablar sucio, apesta! Las palabras sucias tienen el poder de mancharte – y el olor rancio se quedará en tu alma.

2. El lenguaje obsceno o crudo es un reflejo de tu carácter interno. El predicador inglés Charles Spurgeon una vez dijo, “Guárdate de toda persona que maldice: aquel que blasfeme a su Creador no dudaría en mentir o robar.” Efesios 5:4 dice que las palabras sucias o bromas crudas no son “dignas” de un Cristiano. La NVI lo traduce de esta manera: “Tampoco debe haber palabras indecentes, conversaciones necias ni chistes groseros, todo lo cual está fuera de lugar.” Si un cristiano insiste desafiante en hablar basura, ha puesto de manifiesto las imperfecciones más profundas y no puede ser digno de confianza.

3. El lenguaje áspero es una señal de una voluntad no rendida. El salmista escribió, “Señor, ponme en la boca un centinela; un guardia a la puerta de mis labios.” (Salmos 141:3, NVI). Los cristianos maduros invitan al Espíritu Santo a inspeccionar cada área de sus vidas: actitudes, pensamientos, rencores y adicciones – así como el lenguaje grosero. Si insistes en aferrarte a hábitos carnales, estás apagando el fuego del Espíritu. Tu crecimiento espiritual estará por siempre atrofiado.

El profeta Isaías reconocía que era “un hombre de labios impuros” que vivía entre “Un pueblo de labios impuros” (Isaías 6:5). Después de su arrepentimiento, un ángel tocó sus labios con carbón encendido de la santidad de Dios. Necesitamos este  milagro hoy en día si queremos hablar de Dios.

Dios quiere usar nuestra boca como canal de Su vida y bendición, pero nunca seremos Sus profetas si hablamos como el mundo. Dejemos que Dios limpie nuestra conversación.

Vía: Charisma Magazine

Acerca de Toto Salcedo

Comunicador Radio-TV RR.SS Libro: Revolucion desde adentro Pastor EKKLESIA

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