«Sabemos que los hijos de Dios no se caracterizan por practicar el pecado, porque el Hijo de Dios los mantiene protegidos, y el maligno no puede tocarlos. Sabemos que somos hijos de Dios y que el mundo que nos rodea está controlado por el maligno. Y sabemos que el Hijo de Dios ha venido y nos ha dado entendimiento, para que podamos conocer al Dios verdadero. Y ahora vivimos en comunión con el Dios verdadero porque vivimos en comunión con su Hijo, Jesucristo. Él es el único Dios verdadero y él es la vida eterna”
—1 Juan 5:18-20
La motivación subyacente de Satanás, va más allá de un tema particular en la sociedad. Su meta es que las naciones entren en una erupción de rabia en contra de Dios. Está detrás de un militante, un unificado, una revuelta apasionada en contra de las leyes de Dios, y del derecho de que Jesús reine sobre el planeta. Si mantienes tu mirada sobre la temperatura espiritual de los eventos nacionales e internacionales, verás el termómetro subiendo más y más. Satanás y sus cohortes están atizando y alimentando las llamas, para explotar en ira y rebelión en contra de los caminos de Dios.
Oración
Padre, clamo a ti, por misericordia sobre esta nación. Provoca un movimiento de santidad y justicia, para sacudir nuestra nación, y perdona nuestra desobediencia pecaminosa e inmoralidad.
Ira y rebelión está ardiendo entre aquellos que influencian y establecen el curso de la moralidad.
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