«Jesús contestó: “Ama al Señor tu Dios con todo tu corazón, con toda tu alma y con toda tu mente”. Este es el primer mandamiento y el más importante»
—Mateo 22:37
Dios diseñó el alma humana para ser apasionada y comprometida. Esta es la única manera en la que podemos funcionar a nuestra plenitud. Sin abandonarnos a Dios, nuestros corazones se hunden en la inquietud, el aburrimiento, y la frustración. Debemos tener algo en nuestra vida por el que valga la pena entregarlo todo. Dios quiso que nuestras almas estén fascinadas con Jesús. Nuestro más alto desarrollo y más grande satisfacción, reside en la adoración y el servicio de Jesús, con todo nuestro corazón.
Oración
Eso es lo que quiero ser, Señor – apasionado y comprometido contigo. Déjame encontrar mi más alto desarrollo y más grande satisfacción, en adorarte y servirte con todo mi corazón.
Si no tenemos nada por lo que morir, entonces no tenemos nada por lo que vivir.