“Ahora bien, hay diversidad de dones, pero el Espíritu es el mismo. Y hay diversidad de ministerios, pero el Señor es el mismo. Y hay diversidad de operaciones, pero Dios, que hace todas las cosas en todos, es el mismo”.
Corintios 12:4-6
Los líderes no tienen que hacer todo el trabajo de la iglesia, pero están para ser agentes efectivos del talento en su equipo. Los buenos equipos usan todos los dones y disfrutan tanto de unidad como de diversidad. Considera la filosofía de Pablo sobre construir equipo:
- El equipo posee una gran variedad de talentos o posiciones, pero persigue la misma meta y el mismo Dios.
- Todos tienen algo que aportar.
- Dios es la fuente de cada talento, de modo que Él merece la gloria.
- Dios escoge quien tiene qué talento, así que no debemos competir o comparar.
- Los miembros del equipo deben funcionar como los órganos y músculos en un cuerpo.
- Ningún miembro del equipo es menos importante que otro.
- La meta de Dios es la armonía del equipo y el cuidado mutuo.
- Aunque los miembros son igualmente importantes, deben ser diversos.
- No deberíamos competir el uno con el otro, sino complementarnos.
Extractado de “La Biblia del Liderazgo” de John Maxwell