Fuente: Blog Carlos D. Mesa Gisbert.
Por fin podemos ver en detalle nuestra quinta fachada, aquella que se percibía entre las nubes y en la distancia desde las alas de un avión y con el zumbido pertinaz de sus turbinas. Ahora nos deslizamos en medio de un absoluto silencio dentro de esas bellas burbujas de colores que atraviesan el aire entre la magia y un guiño a este siglo desmesurado.
Ver la entrada original 791 palabras más