Fuente: Historia del Fútbol Boliviano

Castillo recoge la pelota y corre como un zorro (así lo apodaban sus compañeros de equipo) hacia la esquina de la cancha de la curva norte. Mira al arquero argentino Andrada abrazado por sus compañeros. Ha sacado el balón providencialmente con el botín en el penal rematado por el Chino Ramírez. El inteligente puntero boliviano lanza un centro perfecto, Willy Camacho salta y golpea la pelota con la cabeza, la gira un poquito y coloca el balón cerca del ángulo. El Siles estalla en un grito como quizás sólo se oyó cuando Etcheverry hizo el gol mágico contra Brasil treinta años después.
Es el 28 de marzo de 1963, faltan tres días para el último partido, pero en lo íntimo, el público…
Ver la entrada original 1.186 palabras más