J. Lee Grady es autor de libros, periodista premiado y ministro ordenado. Por 17 años trabajó para la revista Charisma, una de las publicaciones cristianas más distribuidas a lo largo de América, y trabajó como editor por 11 de aquellos años. Es el autor de cuatro libros incluyendo 10 Lies the Church Tells Women (10 Mentiras que la Iglesia le dice a las Mujeres), y enfoca mucho de su ministerio en la liberación de mujeres. Ha llevado su mensaje a 24 países. Lee y su esposa, Deborah, tienen cuatro hijas. Viven cerca de Orlando, Florida.
Si deseas conocer más detalles, desde una perspectiva más personal, Lee Grady responde algunas preguntas más abajo, en esta entrevista en línea…
P. ¿Cómo te convertiste en cristiano?
R. Mis padres me criaron en la iglesia Bautista del Sur. Estoy muy agradecido por esa herencia pues eso me enseñó a respetar la Biblia e introducirme en una relación personal con Jesucristo.
Como muchos de los adolescentes que van a la iglesia, luché en mi caminar con Dios durante mis años en la secundaria en Atlanta, Georgia. Estaba buscando una realidad espiritual y en algún momento incluso consideré convertirme en judío. Coquetee con el ateísmo por unos pocos meses, también. Pero debido a la influencia de un pastor de jóvenes en mi iglesia en Atlanta, decidí hacer de Jesús 100% el Señor de mi vida cuando tenía 18 años.
R. ¿Cómo llegaste a enfocar tu ministerio en las mujeres? Eso parece algo raro ya que eres un varón.
A. ¡Y que lo digas! Puedo prometerte que nunca imaginé hasta hace unos pocos años atrás, que Dios tenía este ministerio único para mí.
Todo comenzó en 1999 cuando hablé con una pastora que dirigía una iglesia en Virginia. La llamé para pedirle si podía escribir un artículo para Charisma, defendiendo a las mujeres predicadoras. Deseaba publicar este artículo pues recibíamos muchos comentarios negativos cuando publicábamos una historia acerca de alguna mujer pastora, maestra de Biblia o evangelista. Las críticas que me enviaban en tonos de desprecio me decían que la Biblia ordenaba a las mujeres quedarse a un lado del ministerio.
Así que le pedí a esta querida dama si escribiría un artículo explicando lo que el Apóstol Pablo quiso decir cuando dijo “vuestras mujeres callen en las congregaciones.” (1 Cor. 14:34). Por supuesto yo sabía que este verso había sido mal utilizado para limitar el involucramiento en el ministerio de las mujeres, pero no sabía cómo explicar esto. Así que imaginé que esta mujer – quien era un obispo en su denominación, supervisando muchas iglesias – estaría feliz de ayudar.
Me equivoque. La mujer me dijo: “No, no escribiré el artículo. Estoy cansada de defenderme a mí misma. Si estos críticos desean venir a mi iglesia y entrevistar a los nuevos convertidos, observar nuestra escuela y hablar con las madres solteras que hemos liberado de la adicción a las drogas a través de nuestro programa basado en la fe, entonces puede venir y mirarme a los ojos, y decirme que mi ministerio es ilegítimo. Por otro lado, dígales que me dejen en paz y me dejen hacer lo que estoy llamada a hacer.”
Fui conmovido profundamente. Había mucha emoción en su respuesta. Mucha gente había criticado a esta mujer, pero ella había permanecido fiel a su llamado. Me admiró su coraje. Pero ¿quién iba a escribir el artículo que yo necesitaba?
Cuando colgué el teléfono, estaba desanimado. Entonces escuché al Espíritu Santo susurrándome algo que cambiaría mi vida para siempre. Él dijo: “¿Por qué no la defiendes?”
Yo conocía la voz del Señor lo suficientemente bien para discernir que esto era más que una pregunta. Era una invitación del cielo. Dios estaba llamándome. Era una oportunidad para decirle sí a Él, incluso aunque no tenía ni idea de lo que mi sí podía requerir.
Levanté mi mano y me ofrecí voluntariamente. “Ok Señor, yo defenderé a esa mujer,” dije. No tenía idea en lo que me estaba metiendo. Pero una aventura emocionante comenzó aquel día.
P. ¿Fue eso lo que te llevó a escribir el libro 10 Lies the Church Tells Women (10 Mentiras que la Iglesia le dice a las Mujeres)?
R. Absolutamente. Inmediatamente comencé a investigar el tema de las mujeres y su género en la Biblia. Descubrí que existe una riqueza de estudio cristiano sobre el tema. Comencé a devorar libros sobre eso y me di cuenta que muchos de los mejores trabajos eran académicos… y algunos tediosos. Así que comencé a escribir un libro para el común de la gente, algo que pudiera ser fácilmente traducido a otros idiomas.
10 Lies the Church Tells Women fue publicado en el 2000 y desde entonces ha sido traducido al español, mandarín, chino, alemán, húngaro e indonesio. Pronto lo tendremos en portugués, árabe y ruso.
P. Cuéntanos más acerca de tu familia.
R. Le digo a la gente que el Señor me ha establecido para este ministerio a las mujeres a través de rodearme de ellas. Mi esposa, Deborah, y yo tenemos cuatro hijas: Margaret, Meredith, Gloria y Charlotte. ¡Me estoy ahogando en un mar de estrógeno! Teníamos una perrita – una dachshund llamada Flapjack – pero murió en el 2004. Ahora tengo dos maravillosos yernos.
Amo a mis niñas y han sido un gozo especial. También me han ayudado a entender el deleite especial de nuestro Padre Celestial en sus hijas. Sé que en algunas culturas, los niños son más valorados que las niñas, pero Dios no comparte una actitud sexista. Él desea que Sus niñas disfruten todos Sus beneficios, y tiene un llamado único y especial para ellas. Él no las limita o descalifica por su género.
R. ¿Cómo es tu esposa?
R. Ella es una mujer asombrosa. También criada en un hogar cristiano, fue bautizada en el Espíritu Santo cuando era jovencita, como yo. Jesús es su prioridad número uno y eso es lo que me atrajo a ella, a principios de los 80’s cuando nos conocimos. Nos casamos en 1984 mientras vivía en Gainesville, Florida.
Deborah se concentró en el desarrollo de niños en la Universidad del Estado de Florida. Tan pronto como nos casamos, ¡comenzó a criar niños! Ella es una madre totalmente amorosa y recibirá premios especiales en el cielo por sacrificar sus propias necesidades para ayudar a nuestras hijas a tener éxito.
Deborah ama ministrar a la gente y es una consejera de oración hábil. También ama leer, y la ficción es su género favorito. De hecho ha escrito una novela y actualmente está buscando un editor.
P. ¿Estás afiliado a una denominación cristiana particular?
R. Me considero a mí mismo una mezcla de todo. Fui criado en la iglesia Bautista del Sur, pero en 1976, justo antes de irme a la universidad, fui bautizado en el Espíritu Santo y comencé a asociarme con iglesias carismáticas. Mi esposa y yo nos afiliamos a un campus ministerial carismático durante los 80’s. Luego, cuando criábamos a nuestros hijos pequeños nos unimos a la iglesia Episcopal carismática en los suburbios de Washington, D.C. Esta fue una experiencia retadora para nosotros pues nunca habíamos tenido asociación con alguna iglesia litúrgica. (Se nos había dicho que Dios no visitaba aquel lugar regularmente pues era una iglesia “muerta.”)
Descubrimos una mezcla única de lo viejo y lo nuevo en esa iglesia – tanto la riqueza de la historia de la iglesia como la novedad de la vitalidad del Espíritu Santo. Fue maravilloso descubrir cuán grande es realmente el Cuerpo de Cristo. Nos ayudó a apreciar las iglesias más antiguas que llevan la bandera de Cristo desde generaciones.
Cuando nos mudamos a Orlando en 1993, nos unimos una iglesia episcopal similar que tenía tendencia carismática. Esa iglesia dejó la denominación Episcopal en el 2004 para unirse a la Misión Anglicana en América, una denominación evangélica que está abierta a la renovación carismática. Es dirigida por obispos del África.
Cuando me di cuenta que Dios me estaba llamando al ministerio itinerante en 1999, sentí que Él no deseaba que fuera ordenado en la tradición anglicana. Debido a algunas relaciones cercanas que tenía en otro grupo, fui ordenado en Junio del 2000 con la Iglesia Internacional Pentecostal de la Santidad. Hoy en día, la IPHP (en inglés) me provee la maravillosa cobertura y relaciones cercanas que me apoyan y me brindan sabio consejo. Así que se puede decir que soy una mezcla de evangélico, litúrgico, carismático y pentecostal. Mi amplia exposición a diferentes corrientes en el cuerpo de Cristo me ha dado compasión por todos los cristianos.
P. ¿Qué evento dirías que fue el que más formó tu caminar con Dios?
R. Esa es una pregunta fácil. El 5 de septiembre de 1976, salí al frente en la cancha de voleibol en la Primera Iglesia Bautista de Avondale Estates, Georgia, y le pedí a Jesús que me bautizara en el Espíritu Santo. Yo había leído acerca de esta experiencia en el libro de los Hechos, y me había encontrado con varios bautistas que había orado por él. Así que decidí buscarlo por mí mismo. ¡Quería todo lo que Dios tenía para mí!
Mi vida cambió para siempre esa noche. Yo ya era cristiano, pero me sentía espiritualmente débil y sin poder. Aquello cambió totalmente después de ser lleno con el Espíritu. ¡Era como si me electrocutara! Dios me sacudió con Su poder y me dio una reserva de Su unción. De pronto tenía hambre por las cosas de Dios. Deseaba orar, leer mi Biblia y compartir mi fe. Y me acerqué mucho más al Señor como resultado de esta experiencia.
P. ¿Por qué tu ministerio se llama Proyecto Mardoqueo?
R. Principalmente porque no deseaba llamarlo la Asociación Evangelística Lee Grady. En nuestra cultura, los nombres que suenan religiosos pueden ser un repelente para la gente que ha tenido malas experiencias con la iglesia. Así que escogí algo un poco más misterioso.
Mardoqueo fue un hombre de Dios que jugó un papel importante en el libro de Ester en el Antiguo Testamento. Él vivió en la antigua Persia (el Irán moderno) durante el tiempo en que los judíos estaban viviendo en el exilio. Mardoqueo descubrió que el malvado burócrata Amán, había convencido al rey de matar a todos los judíos que vivían en el país.
Mientras tanto, la joven sobrina de Mardoqueo, Ester, estaba en la fila para convertirse parte de su harén real. Mardoqueo se dio cuenta que Dios había permitido esto para que Ester pudiera exponer el complot de Amán y detener el genocidio planeado. Así que Mardoqueo fue a Ester y la comisionó para actuar valientemente.
Yo me identifico con Mardoqueo más que con cualquier otro personaje en la Biblia. Creo que Dios me ha llamado para impulsar a muchas Ester a una acción valiente. Las mujeres cristianas han sido destinadas y posicionadas para hacer un gran impacto en el mundo, sin embargo la iglesia les ha dicho que ellas no tienen un rol realmente significante. ¡No es verdad!
Creo que mi tarea divina es alentar a las mujeres de Dios y comisionarlas para servir. Ese es el propósito primordial de Proyecto Mardoqueo.
P. ¿Qué deseas lograr durante tu vida?
R. Pienso que cada cristiano puede ser un transformador del mundo. Desde que fui lleno con el Espíritu Santo siempre he creído que mi vida puede hacer una diferencia en las naciones.
Mis metas son predicar el evangelio en las naciones del mundo, entrenar líderes cristianos efectivos tanto en la iglesia como en la sociedad secular, plantar nuevas iglesias y equipar al pueblo de Dios con las herramientas que necesitan para transformar sus culturas para Cristo. Deseo hacer esto a través de la enseñanza, la predicación, los libros y todas las otras formas disponibles de medios de comunicación.
Especialmente, quiere llevar el poder liberador de Cristo a las regiones del mundo, donde las mujeres son actualmente oprimidas. Cuando el mensaje de Jesús tome estos países, espero que fortalezas espirituales sean quebrantadas, los gobiernos cambien, las leyes cambien y la libertad se difunda. Esta ocurrirá a través de toda África, Medio Oriente, Latinoamérica y Asia.
Creo en el poder del discipulado. Planeo levantar muchos discípulos – tanto hombres como mujeres – quienes cambiarán naciones. No puedo ir a todas partes y hacerlo todo, pero la gente que impacte puede hacer más de lo que yo pudiera soñar.
P. De todos los lugares que has visitado, ¿cuál es tu favorito?
R. China hizo más grande impacto en mi vida pues pasé una semana con líderes de los movimientos cristianos subterráneos. Todo aquel a quien conocí durante ese viaje había estado en prisión al menos cuatro veces. Mi fe fue desafiada profundamente por su compromiso y sacrificio.
Tengo un lugar especial en mi corazón para Nigeria, que he visitado ocho veces. Siento una fuerte conexión con mis hermanos y hermanas allí, aun cuando no es fácil viajar a ese país. (¿Pienso que quizás tengo algo de sangre africana?)
El lugar más hermoso que he visitado es la rural Guatemala. La mejor comida en Egipto. La comida más “difícil” fue el durian – de buen sabor pero mal olor – un fruto que crece en Indonesia. El lugar más desafiante físicamente fue Bolivia, debido a su gran altura. ¿El lugar donde más me he enfermado? ¡Salt Lake City!
P. Tú viajas, predicas y editas una revista. Pero ¿qué es lo que más te gusta hacer cuando estás descansando?
R. Trato de mantenerme en forma corriendo. También me encanta visitar los parques temáticos de Orlando – y mi juego favorito es la montaña rusa del Increíble Hulk. La música de mi elección es el góspel negro, pero también amo la música de las big band de los 40’s, así como la alabanza y adoración de las naciones varias. Amo especialmente las grabaciones de alabanza en español de Jesús Romero y Marco Barrientos. Mi esposa y yo también amamos las películas – y mi favorita de todos los tiempos es To Kill a Mockingbird protagonizada por Gregory Peck.
Realmente no tengo un lugar favorito para vacacionar, pero realmente disfruto los museos en Washington, D.C. y un día deseo pasar una semana montando a caballo por todo el oeste americano.